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Papa reclamó por una paz que no sea de 'fachada' 2 19 mayo, 2024
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Papa reclamó por una paz que no sea de ‘fachada’

Papa reclamó por una paz que no sea de 'fachada' 8 19 mayo, 2024
El papa argentino Francisco lanzó un mensaje de paz en su primer mensaje de Navidad "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo), reclamando que se ponga fin a las guerras en Siria y en África.

Desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde apareció por primera vez tras su elección como primer papa latinoamericano, en marzo pazado, Francisco recordó a los refugiados y desplazados, y denunció la trata de seres humanos, que calificó de delito contra la humanidad.

El papa argentino pidió también que "se garantice el acceso a la ayuda humanitaria" para Siria.

Los niños "son las víctimas más vulnerables de las guerras", denunció también el papa, quien fue muy aplaudido al aparecer vestido con hábito blanco frente a unas 700.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro.

"Sigamos rezando para que el pueblo sirio se vea privado de sufrimiento", dijo Francisco ante una multitud que desafío el frío para festejar con él su primera bendición navideña como papa.

"Demasiadas (vidas) ha destrozado en los últimos tiempos el conflicto en Siria, generando odios y venganzas", reconoció el pontífice, que le dedicó en septiembre una jornada mundial de oración cuando parecía inminente un ataque estadounidense a ese país.

El pontífice latinoamericano llamó la atención sobre las tensiones que "amenazan la pacífica convivencia" del joven Estado africano de Sudán del Sur, donde la ONU volverá a desplegar sus tropas en algunas ciudades ante los enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes.

El temor de que se agrave el conflicto sursudanés se incrementó este domingo y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió de que "si es necesario" tomará nuevas medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses después de que cuatro soldados de ese país resultaran heridos.

Francisco imploró para que reine la paz en varios países de África, entre ellos la República Centroafricana, "a menudo olvidada por los hombres"

El papa jesuita pidió por las negociaciones entre israelíes y palestinos y que " sanen las heridas de Irak, golpeado por frecuentes atentados".

El jefe de la iglesia católica advirtió que se debe evitar que la paz alcanzada "sea de fachada, que esconda luchas y divisiones", dijo.

"La verdadera paz no es un equilibrio de fuerzas opuestas", dijo en su breve y denso mensaje. "La paz es compromiso cotidiano, es artesanal (…) Se logra contando con el don de Dios", clamó.

Desplazados, refugiados, inmigrantes

El jefe de la Iglesia católica recordó a los desplazados y refugiados, especialmente en el Cuerno de África y en el Congo y condenó con firmeza la trata de seres humanos, que calificó de "delito contra la humanidad".

"Niño Belén, toca el corazón de cuantos están involucrados en la trata de seres humanos, para que se den cuenta de la gravedad de este delito contra la humanidad", clamó el pontífice latinoamericano que mencionó la tragedia en la isla siciliana de Lampedusa, donde se ahogaron casi 400 inmigrantes ilegales a principios de octubre.

"Que no asistamos de nuevo a tragedias como las que hemos visto este año con numerosos muertos en Lampedusa, que no ocurran nunca más", rogó el papa argentino, hijo de inmigrantes italianos, cuya primera visita oficial en Italia fue justamente a esa isla italiana para dar alivio a los indocumentados que arriesgan su vida atravesando en barcazas el Mediterráneo.

En su mensaje, pronunciado en italiano, recordó a las víctimas de las catástrofes naturales y al "querido pueblo filipino", golpeado por el tifón Haiyan.

Dirigiéndose a los católicos, pero también a los no creyentes, el papa pidió pensar "en los niños, que son las víctimas más vulnerables de las guerras, pero también en los ancianos, en las mujeres maltratadas, en los enfermos. Las guerras destrozan tantas vidas y causan tanto sufrimiento", comentó.

"Dirige tu mirada sobre los niños secuestrados, heridos y asesinados en los conflictos armados, y sobre los que se ven obligados a convertirse en soldados, robándoles su infancia", clamó el pontífice ante la muchedumbre congregada.

Pese al tiempo gris, miles de romanos y turistas recibieron en la plaza de San Pedro de Roma la bendición papal "Urbi et Orbi".

La nota de color la pusieron los peregrinos latinoamericanos así como los guardias suizos, con sus trajes variopintos y unidades del ejército italiano vestidas de gala.

Previamente, en la medianoche del martes, Francisco celebró en la basílica de San Pedro la tradicional Misa del Gallo.

Decepcionó en cambio las expectativas de aquellos que esperaban que confirmase un probable viaje a Tierra Santa (Jordania, Israel y los territorios palestinos) en mayo de 2014. Ese viaje había sido anunciado en Israel, pero no ha sido confirmado oficialmente.

Más de 70.000 personas desafiaron el frío para festejar con Francisco la Navidad

Una muchedumbre alegre y variopinta, entre ellos numerosos latinoamericanos que brindaron con mate, festejó este miércoles en la plaza de San Pedro la primera Navidad del argentino Francisco, el papa que denuncia las guerras y las injusticias .

Abarrotada desde temprano de peregrinos de numerosas nacionalidades para el tradicional mensaje "Urbi et Orbi", para la ciudad y el mundo, la inmensa explanada resultaba un lugar bullicioso y festivo, en el que resaltaban siete banderas de Argentina en medio de las más de 70.000 personas que desafiaron el frío y el cielo gris para asistir a la bendición navideña.

A las doce en punto del día, cuando Francisco se asomó al balcón central de la plaza de San Pedro, el mismo desde el que hace nueve meses se presentó al mundo como el papa llegado "del fin del mundo", un largo aplauso lo recibió.

"Buenos días, Feliz Navidad", fueron las primeras palabras del papa, quien habló siempre en italiano y evitó pronunciar la bendición en sesenta idiomas, como fue la tradición iniciada durante el largo papado de Juan Pablo II y respetada por el emérito Benedicto XVI.

La voz del primer pontífice latinoamericano y su breve mensaje, transmitido por varias pantallas gigantes instaladas en varios rincones de la plaza, pareció llegar directo al corazón de sus compatriotas presentes.

"Que pena saber que hay tantas víctimas de guerra y que bueno que denuncie el drama de los niños soldados", comentó la joven argentina Gloria Ramírez, quien llegó con su familia desde Buenos Aires para pasar la Navidad con el papa porteño.

La familia Ramírez, que cargaba un termo con agua caliente, brindó en medio de la plaza con mate, la célebre infusión, y que el primer pontífice latinoamericano está convirtiendo en un emblema de su pontificado, ya que llegó a aceptarla hace varios días con agrado cuando un peregrino le ofreció el recipiente para beberla durante una audiencia en la plaza de San Pedro.

"Francisco, se siente, el papa está presente"

Los 600 estudiantes del Colegio Internacional de Michigan, en Estados Unidos, de entre 13 a 18 años, vestidos con su uniforme de gala y sentados en las primeras filas, entre ellos numerosos provenientes de México, Colombia, Panamá, amenizaban la celebración con consignas en inglés y español: "Francisco, se siente, el papa está presente" y "Esta es la juventud del papa".

"Sabemos que estar aquí es un privilegio y que hay niños que no tienen ni regalos de Navidad", comentó uno de ellos.

Para el panameño Cristóbal Gómez Gutiérrez, de 18 años, entrevistado por la televisión colombiana, el papa "no es un hombre de espectáculo sino que quiere que seamos más sensibles para que nadie se sienta marginado", dijo.

El mensaje de Francisco "contra las guerras que generan odio y venganza" y su pedido para que no se olviden a "los niños secuestrados, heridos, asesinados en conflictos armados, que se ven obligados a convertirse en soldados, a los que les roban la infancia", conmovió al colombiano René de Jesús Gómez.

"Los niños son la esperanza y no es justo utilizarlos para las guerras. Todos fuimos niños y todo tenemos derecho a la esperanza. Los que vivimos en el primer mundo una buena Navidad, tenemos que acordarnos de los niños del último mundo", reconoció.

La bendición "Urbi et Orbi", que inició con los himnos de Italia y el Vaticano se concluyó con la música que tocaban varias bandas, entre ellas la de la Gendarmería del Vaticano y del ejército italiano.