Piero Emanuel Silva Arce
Las luces artificiales que “adornan” las ciudades colombianas por estos días son contaminantes.
Al caminar en las noches por las malbaratadas calles de la ciudad, los pequeños bombillos titilantes saturan los sentidos y agotan la mente. De ninguna manera disimulan unos espacios pensados para todo, menos para el disfrute ciudadano; todos entramos en una especie de delirio masivo. El alboroto vuelve todo sórdido y cada individuo, en la medida de sus posibilidades se apresurará a comprar algún presente a sus familiares y amigos más cercanos.
Por otro lado, la navidad es la oportunidad de encontrarse con viejos conocidos y parientes que hemos dejado de ver en años, para conversar de las alegrías y las penas, se generan tertulias y unos pocos trabajadores, tienen la fortuna de contar con algunos días de descanso; la mayoría continúa en sus labores porque en este país del desempleo, los patrones no son muy dadivosos con este tema de las vacaciones. A otros se les acaba el contrato y entran en una especie de desempleo vacacional.
La época navideña tiene sus paradojas, su lado negativo y su lado positivo. Es importante decir antes de adornar las ciudades con personajes irreales, de otras latitudes y con montones de luces de colores, si valdría la pena cuestionar acerca del tipo de espacios que se planearon, cuando se han construido las ciudades…¿se ha pensado en las personas o en los vehículos? ¿Han sido diseñadas pensando en el bienestar humano las ciudades en Colombia? Por qué el contexto de sus calles hacen de las urbes espacios videntes? Estos interrogantes son los que llenan las mentes de los transeúntes, cuando se pasea en las noches.
La superficialidad de los adornos navideños no puede ocultar las falencias sociales, económicas y humanas que afectan diferentes entornos sociales en Colombia. Para ello es fundamental que la educación influya en la formación de ciudadanos que participen activamente en las decisiones políticas y administrativas de un determinado territorio. De esa forma se podrá, no solo ejercer un control democrático efectivo sino también apuntar desde diferentes perspectivas a la solución de los problemas más urgentes.
Investigador del Grupo: “Diálogos”.