La Nación
COLUMNISTAS

¿Paz sin educación?

Mucho se especula sobre la suerte del proceso de paz en la Habana y el eventual proceso de paz con el ELN, como elementos fundamentales para lograr la paz en Colombia, pero poco es lo que se menciona sobre las verdaderas razones de la violencia en nuestro país, la realidad nos abofetea diariamente, con solo ver el paro de los maestros encuentra uno que estamos muy lejos de lograr ese objetivo ¿Cómo podríamos encontrar la paz en medio de tanta pobreza, de tanta inequidad, de una negociación que no quiere modificar el modelo económico y por ende el estatus quo?
 
¿Cómo encontrar la paz cuando se prioriza el gasto para la guerra (30 billones de pesos del presupuesto) y se escandalizan porque el magisterio exige justamente condiciones dignas? Cuando existen más de 500.000 mil hombres y mujeres que supuestamente nos protegen de un ejército que resulta ser alimentado por esa misma fuerza que los combate, que les vende las armas, que le suministra información y que sabiendo donde están se hacen los de la vista gorda porque hay que seguirle metiendo miedo a la gente y decirle que el coco esta vivito y coleando y que por ende, hay que combatirlo con la política de seguridad democrática.
 
Quien podría sostener tanta ignominia, quien puede crear que hacer un puente como el que se cayó en Bogotá DC, debe hacerse por razones de seguridad y que por ende, se justifica evadir y contratar directamente por más de 4000 mil millones de pesos a dedo. Pero cuando se trata de acceder a un cargo público te exigen experiencia, títulos y tener la paciencia de entender que existen miles que darán lo que sea por conseguir ese puesto, asì tenga que vender su conciencia, creyendo que la gran labor de los políticos es darle esa oportunidad que no podrán conseguir nunca por sus propios méritos.
 
La paz nunca será conseguida si se sigue mintiéndole a la gente, si no existe un empoderamiento ciudadano que sea capaz de decirle no a los politiqueros de oficio y que el pueblo entienda que en efecto es el soberado, es quien tiene el poder de transformar tanta miseria junta y eso es posible con una pedagogía de la liberación (Paulo Freire, aplicada por Orlando Fals Borda, en Colombia), una educación absolutamente comprometida con la idea de emancipar a la gente de su propia ignorancia, que le dé la esperanza de un verdadero cambio, ese que nos ha sido negado por siglos, que se nos ha arrancado a golpes, que ha justificado la esclavitud, la discriminación, la cosificación de la humanidad, la instrumentalización de los sujetos que hoy valen solo por lo que tienen encima y como no tienen nada simplemente no vale, contrario a lo que afirmaría Giovanni Pico Della Mirandola, el humanista Italiano, quien señaló ya hace varios siglos que el hombre es un fin en sí mismo, es la más maravillosa creación de Dios, es en esencia la máxima creación de la naturaleza.
 
Los poderosos son miserables, exiguos, superfluos y banales a la hora de darle una solución real a nuestros problemas, y por ende, debemos entender que quien tiene el poder debe corresponde a nuestras demandas y eso solo lo podremos entender si nos educamos.
 
Orgullosamente Docente USCO, Fac. Ciencias Jurídicas y Políticas.