La Nación
COLUMNISTAS

Perderse para encontrarse

En ocasiones tomamos decisiones aparentemente erróneas, resultando de ellas experiencias dolorosas que nos demuestran la necesidad de reflexionar acerca de nuestros actos, de nuestras vidas y la afectación que nuestras decisiones tienen en los demás, especialmente en aquellas personas que nos aman.

En este proceso de reflexión y análisis profundo, “perderse” para encontrarse, nos permite conocernos realmente por primera vez. Sin premura, sin condiciones, sin el ego aumentado, con humildad, con la sinceridad de un niño,  con el peso de los años a cuestas y la madurez que con los años, hemos adquirido.

Perderse para encontrarse o como algunos llaman “tocar fondo” nos permite llegar a rincones ocultos y quizás dolorosos, contemplando nuestra propia vida cara a cara, afrontando nuestra realidad, reconociéndonos más a través de las experiencias vividas, aceptando unas cosas y cambiando otras, en un proceso continuo y dinámico, en una aventura llamada vida, donde es probable que sintamos que se han acabado nuestras fuerzas para seguir luchando, que ya nada vale la pena o que nuestra existencia no tiene sentido.

Llegar a este punto constituye el primer paso para salir adelante, para vencer las crisis que nos agobian o cualquier situación que ponga en duda nuestra fe y confianza en sí mismos.  Hacerlo no sólo nos permite recuperaremos, sino salir más fortalecidos. Recordando que en este proceso de reconocimiento, de encuentro consigo mismo y de superación personal, no podemos darnos el lujo de convertir este estado, en algo permanente.

Ayuda en este proceso, buscar apoyo de personas de confianza, acudir a un guía espiritual o un especialista en la mente humana, que nos oriente y de fuerzas para luchar. A la par con ello, tener una rutina diaria de ejercicios físicos y una buena alimentación, para que los niveles de endorfinas u hormonas de la felicidad, se eleven, de tal manera que contribuyan a sentirnos más relajados, satisfechos y contentos  y tener suficientes energías para combatir el desánimo.

Todos podemos  vencer los sentimientos de angustia o desesperación que nos embargan.  Somos seres extraordinarios, con gran valía e independientemente de lo que nos pase, de las circunstancias que nos rodean, debemos recordar que siempre existe una solución, un camino, una salida.  Sólo debemos reencontrarnos a nosotros mismos para poder lograr el equilibrio necesario, despertar a la vida y darle un verdadero significado a la misma.  Finalmente, cada uno de nosotros, es quien decide o no hacerlo.