En medio del dolor que representa la pérdida de una joven profesional de la salud al servicio de la Policía Nacional, se llevaron a cabo ayer desde las 4:00 p.m., con ceremonia religiosa en la iglesia Camponúñez, las honras fúnebres de la subteniente Adriana Herrera Cardozo.
En la homilía que se llevó a cabo con honores, hicieron presencia sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y altos mandos de la Regional de Policía No. 2 Suroriental y el Departamento de Policía Huila.
En el recinto también fue notable la presencia de sus compañeros de universidad, donde adelantaba una especialización en Gerencia de la Auditoria en Salud, acorde al cargo que tenía como Jefe de la Clínica Regional La Inmaculada de Neiva.
Triste despedida
“Siempre te recordaremos como una gran hija, profesional y entregada a su carrera en la institución policial. Dios te ha llamado para que desde el cielo nos cuides… dejas un gran vacío en nuestras vidas, pues tu alegría y buenos consejos se van para nunca volver”, es el fragmento de uno de los discursos más sentidos escuchados ayer en la tarde, en medio de las lágrimas de la madre de la uniformada fallecida.
Hacia las 4:00 p.m., los restos de la joven de 22 años partieron hacia el cementerio Jardines El Paraíso, acompañados de una concurrida caravana fúnebre.
A la llegada al camposanto, el brigadier general Omar Rubiano Castro, comandante de la Región de Policía No. 2 Suroriental hizo entrega del Pabellón Nacional a la familia de la joven uniformada.
Los hechos en los que la subteniente perdió la vida tuvieron lugar hacia las 8:42 p.m. del pasado sábado en el kilómetro 94, en la vía que de Neiva comunica con el municipio de Garzón, sitio conocido como La Sardinata, cuando chocó de frete contra una buseta afiliada a Coomotor, en momentos en que viajaba a Campoalegre a estudiar para un parcial de la universidad.
‘Una gran pérdida’
La subteniente Adriana Herrera Cardozo nació el 13 de junio de 1990 en Neiva, ingresó como estudiante a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander el 25 de agosto de 2011 y egresó como Oficial de la Policía Nacional el primero de junio de 2012.
A pesar de su corta carrera, sus superiores y jefes inmediatos resaltan su destacada labor, compromiso y profesionalismo en sus actividades como Jefe de la Clínica Regional La Inmaculada de la Policía Nacional en Neiva.
“Es una gran pérdida la partida de esta joven profesional, entregada a su labor en la clínica de la institución en donde desempeñó su labor de la mejor manera posible”, expresó el alto oficial.