La Nación
COLUMNISTAS

Politicos utópicos (l)

Los candidatos y sus grupos son los protagonistas geniales de la vida pública en momentos pre-electorales. Utilizan diferentes estrategias propagandísticas para exponer su mejor pelambre de utópicos.

Por tradición se sabe que ellos ofrecen construir puentes donde no hay ríos; totalmente cierto porque los puentes, en el sentido estricto, también se edifican sobre los “ríos de autos”, incluso para “ríos de peatones”, sin que realmente exista algún caudal hídrico cruzando sus espolones.

Yo creo en las utopías de los políticos, si señores.

Se entiende por utopía aquel proyecto, idea o sistema irrealizable desde el mismo instante en que es imaginado, pero que endulza el oído de su clientela; por ejemplo, la igualdad social en política, becas y subsidios para las clases menos favorecidas o excluidas, ofrecer calidad de vida y viviendas gratuitas, agua potable, aire saludable, empleo, y acceso a la educación para niños y jóvenes pobres, entre otras.

Alguien explicó alguna vez que las propuestas de los políticos (en campaña) son lo más parecido a las utopías. Son fascinantes, nos inducen a pensar en grandes idealizaciones, pero ojo, no soportamos que alguien se disponga a cumplirlas, es su característica. Con esto los candidatos aseguran la voluntad de sus electores. No son todos por supuesto.

El punto es ¿cómo hallarlos disponibles después que se hayan subido al “curubito”? (acepción bastante apropiada).

Otrosí: Los candidatos “ofrecen esta vida y la otra” pero nunca explican cómo lo conseguirán, la fuente de los recursos para materializar sus programas, casi nunca tienen en cuenta la capacidad de endeudamiento de los entes territoriales, las regalías, ni los cambios amenazantes en pleno neoliberalismo salvaje, el calentamiento global, la pobreza extrema, en fin.

Aun así, votar este 25 de octubre es nuestro deber. Adelante.