El senador huilense, Carlos Julio González Villa presentó un proyecto de ley para fortalecer la salud mental de niños, niñas y jóvenes en Colombia. En los últimos 20 años, a nivel mundial, los problemas de salud mental han aumentado en un 15%. En Colombia, en los últimos cinco años, se ha registrado un incremento del 34,6% en el número de personas atendidas en salud mental.
Cada 40 segundos en el mundo se suicida una persona aproximadamente, según la OMS. En Colombia, de acuerdo con Medicina Legal, durante el 2021 y 2022, se suicidaron 4.149 personas, de las cuales 1.714 eran menores de 29 años.
Estas alarmantes cifras fueron expuestas en el marco de la Audiencia Pública: ‘La salud mental en Colombia’ que promovió el psicólogo clínico y senador Carlos Julio González Villa como preámbulo a la presentación del proyecto de ley sobre competencias afectivas.
“Lo grave no son solo estas cifras materializadas de suicidio efectivo, lamentable; sino son las personas que están bajo la ideación y el gesto suicida, que son miles, que están pensando que la vida no vale la pena y que su mente todo el tiempo está maquinando cómo desaparecer o de qué manera”, manifestó el congresista huilense quien agregó que en Colombia el suicidio es la tercera causa de muerte en jóvenes.
Según el Ministerio de Salud, luego de las afectaciones cardiovasculares; la depresión es la segunda causa de problemas de salud en el país. Lo más preocupante es que hoy los niños y niñas sufren de depresión infantil, aspecto que genera mayor alarma.
“Niños de siete u ocho años ya con síntomas graves de depresión clínica, lo que nos invita a una profunda reflexión como sociedad sobre qué está sucediendo”, señaló el senador González Villa, al resaltar que el 44.7 % de los niños en Colombia tienen algún indicio de problema de salud mental.
A este flagelo debe sumarse, los trastornos en los adolescentes como son la ansiedad, la fobia social y la depresión. La ideación suicida en este grupo poblacional representa el 6,6%.
A las problemáticas mencionadas anteriormente se debe agregar el bullying, matoneo escolar, entre otras múltiples violencias de las que son víctimas niños y adolescentes.
Iniciativa
Ante la evidente crisis de salud mental que existe en el país, el senador González Villa está presentando un proyecto de ley relacionado con las competencias afectivas.
“Necesitamos intervenir, prevenir, contener y para eso, inteligencia emocional. Competencias socio emocionales, competencias afectivas; de cada diez niños en este país en ciudades capitales, seis o siete están mostrando que son incompetentes afectivamente; esto pronostica que su proyecto de vida va a ser frustrado fácilmente”, señaló.
Para ello, se necesita intervenir desde la familia, la educación, la salud, la cultura, el deporte y otros escenarios en la construcción del proyecto de vida, agregó. El proyecto de Ley incorpora a los Proyectos Educativos Institucionales – PEI- el componente de competencias afectivas en el país y su fortalecimiento dentro de la comunidad educativa.
La iniciativa liderada por el senador huilense concentra estrategias que incluyen la creación del componente de desarrollo afectivo en los niveles preescolar, básica y media. Así mismo, el fomento de planes, programas y capacitaciones de competencias afectivas y autoconocimiento en las instituciones educativas como estrategia del Ministerio de Educación Nacional.
Los expertos
Para el reconocido psicólogo Miguel de Zubiría, la iniciativa de competencias afectivas es el proyecto del siglo y combina psicología, educación y sociedad.
“Estamos pidiendo a través de este proyecto que al menos de 25 horas semanales que se dedican a matemáticas, historia, geografía, se les asigne al menos una hora, un mínimo tiempo para conocerse, a conocer a los otros, porque esa es la esencia de la vida, el autoconocimiento, las competencias para conectarnos cercanamente con los otros”, manifestó De Zubiría.
Entre tanto, el destacado médico psiquiatra y psicoanalista Guillermo Carvajal subrayó que el proyecto es maravilloso y más en un momento tan complejo que vivimos como cultura y sociedad. “La modernidad es una lucha entre modernidad y posmodernidad que ha generado mucha frustración y, por lo tanto, mucha tristeza, depresión, aislamiento y el aumento de suicidio”, comentó.