Muy temprano el pasado lunes recibí por una red social un mensaje del Gerente del Hospital Universitario de Neiva, Jesús Antonio Castro, en el cual aseguraba que mi columna decía verdades a medias sobre la situación de la unidad de cáncer. Volví a hacer las indagaciones del caso y me ratificó en mis afirmaciones acerca del inadecuado mantenimiento del acelerador lineal como la causa de su irregular funcionamiento.
Nada sacamos con lamentarnos, por tanto aquí van un par de propuestas para lo cual debemos comenzar por refrescar la memoria de lo que fue el proceso de diseño de la unidad:
Desde el principio identificamos que era muy difícil para el hospital administrarla porque los costos, sueldos y medicamentos propios del tratamiento de cáncer hacen difícil garantizar, con los procesos administrativos y de contratación del sector público, la oportunidad para los pacientes. Debido a lo anterior se propuso que la unidad fuera constituida como empresa social del estado independiente, pero la resistencia del sindicato del hospital y el poco ambiente en la Asamblea Departamental nos obligó a buscar otras alternativas como la unidad administrativa especial dependiente del hospital o de la secretaría. Ambas alternativas fueron descartadas, por lo que finalmente la mejor opción fue entregársela en administración a la Liga de Lucha Contra el Cáncer. Este recuento simplemente demuestra que todo se revisó y definitivamente se encontró la mejor opción mediante la cual la unidad funcionó durante siete años, luego se cambió con las consecuencia conocidas. Debe entonces devolvérsele la administración a la Liga.
Además de lo anterior, la unidad fue diseñada para tener dos aceleradores lineales y un equipo de braquiterapia. Hoy se tiene uno solo y el mencionado equipo, es decir que se puede gestionar otro acelerador lineal de menor potencia al actual que cubriría cerca del 85% de los casos de cáncer, y repotenciar y garantizar el mantenimiento del que tenemos. Esa inversión puede estar cercana a los $6.000 millones, cifra significativa en su monto pero mínima frente al beneficio. Sugiero sacar estos recursos de los ingresos adicionales por la concesión de licores que deben destinarse en una proporción a salud.
Tenemos un problema con el funcionamiento de la unidad pero esta finalmente existe como un sueño cumplido por el que esperamos muchos años, es imperioso resolver los inconvenientes presentados, miremos hacia adelante y corrijamos los errores del pasado garantizando su adecuado funcionamiento. Si eso se hace los pacientes de esta penosa enfermedad, y sus familias, quedaran muy agradecidos
garcia.francisco@javeriana.edu.co