La Nación
COLUMNISTAS

¿Qué buscan los terroristas?

¿Qué buscan los terroristas atacando la infraestructura del país? ¿Piensan que debilitarán al Estado con sus execrables atentados?

¿No se detienen a pensar un poquito que la reparación de estos daños al final la pagamos todos los colombianos de nuestros propios bolsillos? ¿No han hecho esas cuentas? En el caso de los atentados a la infraestructura eléctrica, reparar una torre de energía puede costar alrededor de 400 millones de pesos, y súmele los daños sociales y económicos, por ejemplo, que sufrieron los pescadores y vendedores de Buenaventura. La reparación de la torre se la facturarán al erario público, y si en consecuencia se sube el costo de producción energética este efecto económico lo cobran a todos los colombianos vía tarifa.

Los pescadores de Buenaventura fueron los primeros afectados con la voladura de torres eléctricas como iniciadores de una larga cadena comercial. Si el pequeño comerciante no tiene planta eléctrica para refrigerar el producto, no puede recibir el pescado. Se traumatiza todo un proceso del que viven miles de personas.

Se escucha que este tipo de atentados pretenden desestimular la inversión extranjera, lo cual es algo absurdo de pensar. Al contrario, Colombia cada vez es más apetecido por las grandes multinacionales por las grandes reservas de recursos naturales y el Estado tiende es a proteger aún más este tipo de negocios; aunque hay que reconocer que no siempre el beneficio es pleno para el país porque hay debilidades legales que desestabilizan la balanza comercial, por lo cual sí se requieren cambios en las políticas para que haya una mayor equidad especialmente para la sostenibilidad de los recursos naturales y para que haya mejores dividendos hacia la inversión social.

Nos duele la afectación de los recursos naturales por el ataque a los oleoductos; ver en las imágenes televisivas esas manchas negras en los ríos y en el mar causa indignación; cuántas especies de fauna y flora perdidas.

Traumático pensar lo que falta de estos diálogos que supuestamente son de paz con estos abominables ingredientes.

Hay cada vez más escepticismo, sin embargo no perdemos la esperanza que un día aquellas personas recapaciten y piensen en el futuro que le piensan dejar a su descendencia.
ramiromunoz@live.com