“La invasión de lo público se ha vuelto una conducta que atenta permanentemente contra la convivencia ciudadana”, escribió alguien hace varias semanas. Lo público es de todos, pero unos pocos se apropian de él para su beneficio personal, afectando la convivencia entre los ciudadanos. En Neiva, con la negligencia de las autoridades, el espacio público viene siendo cada vez más invadido en toda la ciudad. No solo por los vendedores ambulantes y comerciantes que se apropian de las calles y de los andenes, sino por los talleres de mecánica que operan en las vías; por la construcción de rejas que reducen el espacio de las aceras y por el parqueo de vehículos que restringen el uso de las vías o en los andenes que impiden el paso de los peatones, por las obras de los constructores, etc. Ninguno de estos abusos es objeto de la acción decidida de las autoridades administrativas y judiciales, como si ocurre en otras ciudades. Un ejemplo de la negligencia de las autoridades es el caso siguiente: En el conjunto residencial en donde habito, una dama dueña de una casa colindante con una zona verde que es propiedad pública, se apropió de una parte de ella mediante la construcción de un garaje. Los vecinos pusimos el hecho en conocimiento de las autoridades municipales hace cuatro años. Aunque estas comprobaron el abuso, nunca actuaron para recuperar ese espacio. Luego se llevó el caso a la Procuraduría, la cual durantes tres años, no se ocupó del asunto, pero luego se lo trasladó a la Personería y esta, a su vez, a la Oficina de Control Interno del municipio, la cual, en la nueva administración municipal, ha hecho afortunadamente resurgir la esperanza de que se sancionen a los funcionarios negligentes del pasado gobierno municipal. También se llevó a la justicia, pero hasta la fecha no ha emitido fallo alguno. Y conozco de muchas situaciones similares en donde se ve que en Neiva la recuperación de lo público de manos de los ladrones es casi causa perdida. Si la defensa de lo público en Neiva no opera, no constituye prioridad, es porque a los gobiernos poco les importa la convivencia ciudadana. Pero parece que pronto entrarán en vigencia nuevas normas nacionales que buscan sancionar severamente los usurpadores de esta clase de espacios y a los funcionarios que no actúan oportunamente en su protección. Esta es la esperanza. (Wed:gabrielcalderónm.jimdo.com)