Por: Antonio Roveda H.
Basta con un breve repaso a la agenda mundial que ha aparecido en los medios de comunicación, para encontrarnos que los “matices de las noticias” de este año no varían mucho y que en el fondo seguimos teniendo los mismos problemas del ayer sin resolver.
Este año, nuevamente, fuimos recibidos con hechos realmente tristes y lamentables: aumento de la miseria y del desempleo mundial; nuevas cepas mutantes del coronavirus; deterioro del medio ambiente; crisis en Turquía y los ataques terroristas y gravísimas amenazas a una de las democracias más “sólidas” del planeta, entro otros asuntos. Es decir: la historia no cambia y es pendular.
Sin embargo, creo que llegó la hora de abrir nuevos espacios y temas, revirtiendo las acostumbradas agendas informativas que insisten en hacer del dolor humano, de la tragedia colectiva y del desconsuelo global un constante espectáculo. Es el momento de superar las informaciones que producen desgarros emocionales; es tiempo de reconocer otros temas fundamentales en la vida de los ciudadanos.
Este año, por ejemplo, tendremos la Cumbre Mundial del Clima, que presentará el balance global en la producción y emisión de gases que causan el efecto invernadero. También estará en la próxima misión espacial a Marte, no tripulada, que busca agua y otras manifestaciones de vida en este planeta, pero que en esta oportunidad será explorada por dos nuevos competidores en la carrera espacial: China y Emiratos Árabes.
Igualmente, y en esta misma orbita, se producirá el primer lanzamiento al espacio de una nave privada de la Boeing y la instalación del primer telescopio astronómico, que tendrá la capacidad, según la NASA, para “detectar cualquier galaxia en el universo”.
Tendremos, además, avances importantes en paliativos contra el cáncer, nuevos tejidos humanos, producción industrial a base de energía solar, nuevos experimentos para combatir la inseguridad alimentaria, fábricas de androides con altísimas capacidades para procesar autónomamente billones de operaciones mentales y novedosos robots en serie más inteligentes que sus propios creadores.
En fin, la agenda en ciencia y tecnología será sorprendente, mientras que las agendas políticas y económicas van en retroceso y empobrecimiento diario. La ciencia camina a pasos agigantados y nuestros gobiernos no logran superar los atávicos problemas del ayer. Tenemos un planeta cada vez más escindido entre una ciencia que repunta y jalona y unas burocracias ancladas en el siglo XVII. La pregunta ahora es ¿Cuál será la agenda de Colombia y del Huila para este año en materia de desarrollo, ciencia, tecnología e innovación?