La que termina ha sido una semana de locura. Comenzó con el descubrimiento de un falso psiquiatra que desde Medicina Legal dictaminaba quién estaba más loco que él. A ese hecho le siguió el de otro psiquiatra, Luis Carlos Restrepo, quien desde la clandestinidad decidió romper su silencio para denunciar “la traición” del Presidente Santos al uribismo. Claro que a decir verdad ellos no son los únicos a los que se les corrió la teja. ¡Que tal! lo delirante de la última columna de José Obdulio Gaviria, en la que se refiere a Santos y a Restrepo en los siguientes términos: “Caifás, quien odia el pensamiento, la palabra, la obra del Justo, quisiera llevarlo ante Pilatos; le exige humillársele; muere por coronarlo con las espinas del desprestigio y clavar sus brazos en la cruz del deshonor…El Justo es sabiduría, valentía, honradez y transparencia en estado puro. Caifás, en cambio, se refiere a él como si fuera uno cualquiera de los criminales que gozaron de la amistad y asesoría de miembros del círculo de la actual Fiscalía.” Según Lucho Garzón, la proclama del ex comisionado expone el pensamiento de Uribe, fue escrita por José Obdulio Gaviria y firmada por Luis Carlos Restrepo. En ella se señala la traición del Presidente, el desmonte de la justicia y la convocatoria de una constituyente para dar golpe de Estado y recuperar el trono. Pero ante tanto señalamiento es bueno preguntar ¿quién traicionó a quién? Ciertamente Uribe anda furioso y responsabiliza a Santos de las destituciones y capturas de buena parte de sus inmediatos colaboradores. A pesar de toda la evidencia, él no acepta que María del Pilar Hurtado, Bernardo Moreno, Andrés Felipe Arias y recientemente Luis Carlos Restrepo sean llamados a responder judicialmente ¿Pero qué tiene que ver Santos con todo eso si él no investiga ni juzga esas conductas? Pues a molestia de Uribe es que no ayudó a tapar todo eso, al cambiar la terna para la Fiscalía General de la Nación. ¿Y por qué tan solidario con los ex colaboradores que dañaron su Gobierno? Pues porque los escándalos lo tocan directamente. Con todo comienza uno a pensar que las críticas del ex mandatario sobre la presunta no continuidad de la política de la confianza inversionista y la seguridad democrática son un cuento chino. Así que, si en el gobierno de Uribe hubo chuzadas, obstrucción a la justicia, subsidios a los ricos con propósitos políticos y falsas desmovilizaciones, entre otras irregulares conductas, ¿no estamos en presencia de una traición del líder para con los millones de colombianos que creyeron ciegamente en él?