Si Rodrigo Villalba quería provocar ruido, lo generó. Y no propiamente a su favor. Eliminar de un plumazo y por capricho el desfile acuático por el Río Magdalena es una muestra de soberbia que no le queda bien a su edad.
Le importó una milésima más de 60 años de tradición, que el pueblo opita quisiera salir del asfalto y ver su río una vez al año. Lo eliminó de la programación porque trasquiló el presupuesto del Festival Folclórico y quiere ahorrarse 1.300 millones de pesos ya que Corposanpedro- seguro pensó el gobernador- no es lo suficientemente bueno gestionando recursos privados.
El acuático, el distinto, el que ofrecía otra opción, fue el primer evento que borró Villalba, quizás porque no le gusta. Y, sus alfiles, queriendo defender la arbitrariedad inventaron cualquier tipo de excusas para justificar lo que, en la Secretaría de Cultura Departamental, en voz baja, consideran es un exceso del Gobernador que saldrá costoso.
Argumentaron temas ambientales y la afectación al Magdalena. Si fuera así tendrían que cerrar todos los negocios a orillas del afluente y desaparecer los indigentes que contaminan las orillas del río.
Alegaron que el Festival era folclórico y no era ético que las reinas siguieran desfilando en traje de baño. Y, ¿entonces por qué no suspenden el desfile del Club Campestre? Ah, claro, los ricos de Neiva saltan y no lo permitirían.
No culpo a Villalba. Es el problema de gobernar desde su escritorio y no ver más allá de la Catedral que tiene todos los días frente a sus ojos. Acaso, los huilenses sabían que el desfile acuático vale escasos 40 millones de pesos y esa cifra no le genera mayor impacto a los 1.300 millones que pretende ahorrarse el Gobernador.
A mí me perdonan pero cuando reviso la programación del San Pedro, cada vez es más pobre. Empezaron eliminando las cabalgatas- han querido quitar la del desfile de Señorita Neiva y lo lograron con el desfile departamental y la llegada de las nacionales-, y siguieron con el desfile acuático. Como vamos van por el desfile de chivas y todo lo demás.
Que acaben el San Pedro de una vez por todas porque cada año en lugar de sumar eventos, los restan. Y en vez de financiar y conseguir más dinero, lo reducen. Acaso, ¿Corposanpedro no tiene un año para comercializar las fiestas? O, ¿la entidad no ha aprendido la lección y sigue dedicada a complacer los caprichos burocráticos del Gobernador y buscar patrocinadores tres meses antes de las festividades?
Por cierto, por qué mientras Barranquilla desarrolla la ciudad mirando el río Magdalena, Rodrigo Villalba le da la espalda. Ojalá los canoeros y los neivanos no se dejen quitar el desfile acuático. O que quede bien claro qué gobernante fue quien se los quitó.