Mayra Roa
Son muchas las personas que sueñan con ser emprendedores, sin embargo, son muy pocas las que lo llevan a cabo. Una de las razones más comunes de por qué esto sucede es que las personas se quedan esperando a que les llegue la idea que les cambie la vida. Se cree que las ideas llegan como cuando Isaac Newton estaba bajo un árbol y le cayó una manzana en la cabeza que le demostró que la gravedad existía. Y si, algunas ideas llegan así, pero la mayoría no.
Si uno desea ser emprendedor debe empezar a actuar inmediatamente en ese propósito y lo primero que debe hacer es identificar las herramientas con las que cuenta (identidad, habilidades y contactos), luego, debe hacer una lista de personas con problemas reales. Seguido a esto, se debe utilizar Design Thinking teniendo en mente a la persona que se identificó con un problema. Los cinco pasos de Design Thinking son: descubrir, interpretar, idear, experimentar y evolucionar. En esta ocasión nos enfocaremos en idear.
Hay muchas metodologías que se pueden utilizar para idear, una de las más poderosas es el Océano Azul. Los emprendedores podemos decidir trabajar en Océanos Rojos, con mucha competencia o en Océanos Azules, libres de competencia. Lógicamente que todo emprendedor preferiría trabajar sin competencia pero la realidad es que el mercado es un Océano Rojo, siempre hay competencia. Entonces, ¿Dónde encontramos los Océanos Azules? Toca crearlos. Se crean uniendo dos industrias que se consideraban opuestas. En Bogotá, Colombia vimos un ejemplo clarísimo de esto.
Bogotá se está convirtiendo cada día más en epicentro de extranjeros que desean aprender español. Esto combinado con el hecho de que once millones de personas en Colombia han estudiado inglés pero no lo hablan por la incapacidad de practicarlo, hizo que un bar en la zona T creara un Océano Azul.
La Villa es un bar en la calle 85 y los martes crea un ambiente único llamada Gringo Tuesday. Básicamente, utiliza el ambiente del bar; música, alcohol, y la noche en general para convertirlo en una educación de lenguas. Organizan mesas con sillas y en el medio ponen banderas para que las personas sepan que idioma deben practicar en cada mesa, permitiéndoles que se diviertan con un trago, pero a la vez , que aprendan un idioma.
Esta compañía hizo un excelente trabajo creando un Océano Azul, unió dos industrias que se consideraban opuestas; el entretenimiento nocturno y la educación de lenguas, para crear un mercado en el que no tienen competencia directa. Recuerda que cuando estés en el proceso de idear, es muy importante tener la iniciativa de crear Océanos Azules, ya que de allí, siempre salen ideas muy innovadoras.
Instagram: @mayraroa10