Carlos Eduardo Amézquita
Triste espectáculo brindó el Parlamento colombiano este pasado 20 de julio ante la mirada atónita del mundo, sin mencionar la “jugadita” del senador Macías. Los medios degustaron el postre que se les brindó con deleite: inmediatamente nos cayó la crítica internacional, por supuesto.
De súbito, el Presidente del Senado, perdió el control sobre los micrófonos del Congreso en el momento en que la “oposición” iniciaba su intervención evaluando la gestión del actual Gobierno.
Es necesario recordar, que también en esta fecha, se conmemora la llegada de los humanos a la luna el 20 de julio de 1969.
De repente, surgieron espeluznantes imágenes satelitales entremezcladas con las del Congreso que mostraban un acalorado “round” de Macías v.s. Robledo (líder de la Oposición) por un lado, y por el otro, las de Neil Armstrong pisoteando la luna.
¿Pero qué locura era esta?
Se esperaba que El Presidente Duque hiciese alusión a las gestas libertarias de nuestra Independencia en 1810 – 1819. Pero no, ni mencionó la trascendencia de la efeméride. Tampoco habló sobre el exterminio sistemático de los líderes sociales.
Prefirió reseñar sus proyectos de gobierno: la persecución a “violadores” de niños y niñas; la muerte política a “violadores” de la Constitución Nacional; el escalafón anti-corrupción; defendió el uso del glifosato como única alternativa contra el narco/terrorismo, incluso atentando contra los ecosistemas estratégicos que proveen de agua, árboles y oxígeno, al planeta. Por último, esgrimió su acostumbrada perorata contra el chavismo venezolano, mire usted…
Apostilla: No sólo bastó con el regreso cinematográfico al país de Jaime Andrés (auto-denominado- “uribito”) sino que coincidió con la conmemoración de la llegada de los norteamericanos al satélite lunar, al que nunca volvieron ¿por qué?