La Nación
Renunció rector de la Corhuila 1 3 mayo, 2024
ENTREVISTA

Renunció rector de la Corhuila

Renunció rector de la Corhuila 7 3 mayo, 2024
Roque González asumió la rectoría de la Corhuila en medio de un escándalo por sobrecostos en la contratación, cuyas investigaciones aún no arrojan responsables.
En un corto comunicado de cuatro párrafos, sorpresivamente Roque González informó de su renuncia a la rectoría de la Corporación Universitaria del Huila, Corhuila, después de dos años en el cargo, argumentando “razones de índole personal”.

Dijo que se retira con la satisfacción de “haber contribuido al fortalecimiento de la institucionalidad de la Corporación, a promover desarrollos académicos, administrativos, financieros y de planta física en las sedes de Neiva y Pitalito, contando siempre con el apoyo y la comprensión de los miembros de la Asamblea General y del Consejo Superior”.

Y agradeció a los medios de comunicación la difusión de los avances y desarrollos académicos y anunció que seguirá atento al desarrollo de los diferentes proyectos que emprenda la Institución.
 
Análisis de la obra

En total, 25 meses permaneció González como rector de Corhuila, ejerciendo con poderes absolutos. Incluso con la incomodidad de algunos miembros del Consejo Superior.

Personas que conocen por dentro la Institución comentaron a LA NACIÓN que a favor de su gestión vale destacar que organizó administrativamente la Corporación, que recibió envuelta en un escándalo de sobrecostos en contrataciones de obra que es investigado aún por la Fiscalía.

Le dio la vuelta al área de Bienestar Universitario, la cual en su momento fue protagonista de manejos no idóneos y usurpar acciones a otras áreas. Actualizó la contabilidad, retrasada por falta de personal calificado, software y equipos.

Creó la Oficina de Revisoría Fiscal, cuya actual regente ha estado durante más de 18 años en el cargo, y sobre quien recae presunta culpabilidad en los manejos no aclarados por el exrector Virgilio Barrera.

Detectó un robo de más de trescientos cheques. La Fiscalía estudia si la firma de Barrera fue falsificada, por lo cual existen varias personas vinculas al proceso de investigación.

Organizó académicamente el programa de ingeniería industrial, el mismo al que a la pasada administración le fue negado el registro en tres ocasiones, pese a lo cual abrió una sede en Pitalito, lo que costó un millonario pago al Ministerio.

Ordenó inversiones absolutamente necesarias como las locaciones de servicios de baños y sala de docentes, en pupitres universitarios, compra legal de software para asuntos de administración y academia, que eran obsoletos y sin reconocimiento legal.

Adelantó las obras civiles que la institución requiere por su crecimiento; atención y ordenamiento a la seguridad universitaria, personal de servicio, entre otros.

Actualmente, la institución trabaja en el registro calificado de algunos programas, ha conseguido importantes convenios internacionales, y organizado un equipo de trabajo que suma y aporta a la exigencia del momento.
 
En contra

Como hechos que no favorecen la tarea de Roque González se menciona la falta de tacto en un trato más humano, tan importante hoy en todas las instituciones y por el que se aboga con mayores consideraciones.

El desconocimiento y trato de la gestión a profesionales idóneos que entregaron años a la Universidad, que provocó la renuncia de varios, sin atender su trayectoria, capacidad y entrega, que llevaron incluso a serias diferencias al interior del Consejo Superior.

El desconocimiento y negación de los registros de algunos de los 10 programas académicos existentes, logrados con antelación al inicio del siglo XXI, con el reconocimiento del Ministerio de Educación.

Se dice de la persecución laboral que planteó con ajustes arbitrarios, según docentes y administrativos. La imposición de la normatividad hizo que naciera un ente en defensa de los intereses de los trabajadores, sindicato que actualmente negocia su pliego y que pudiera haber sido el ‘talón de Aquiles’ del hoy exrector.

La diferencia de salarios entre el exrector Barrera, 8 millones, y la de González, 25, fue pieza de escándalo, e incluso criticada por diferentes segmentos de la academia y particulares.
 
El futuro, lo que viene

El balance es que Corhuila debe abrir mayores espacios de participación a profesionales y empresarios, y no quedarse en manos de los socios de la Corporación, algunos con edad muy avanzada y poco conocimiento académico. Y evitar a toda costa la intromisión política, marginamiento que ha sido visto como una fortaleza.

Vendrá una nueva etapa, tan prolífica como la primera que de la nada hizo un capital regional importante; la segunda, el ajuste necesario; y una tercera por empezar, en donde se abran mejores espacios para profesionales y estudiantes que aprovechen una Institución con el nivel que la educación viene reclamando en el país.