Albeiro Castro Yépez
La reciente visita de la cúpula del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo al departamento del Huila permitió conocer algunas de las rutas por donde se conducirá la planeación turística del territorio, algunas financiadas con recursos de regalías, otras con apalancamientos financieros del Fontur, por supuesto también se contemplan los recursos propios de los entes territoriales. Igualmente se percibió el interés por retomar el concepto de clúster planteado en la Agenda Interna de Productividad y Competitividad del año 2004, concepto marchitado en la evaluación realizada en el año 2015, pues se evidenció el poco interés de los entes territoriales tanto del nivel departamental como municipal para su estructuración y desarrollo, hoy las cosas han cambiado, y entre otras, se espera que, las limitaciones presupuestales y las nuevas tendencias, animen a los actores a llevar al puerto deseado la iniciativas de construir regiones turísticas.
Llama la atención que por primera vez en las últimas tres décadas se abre institucionalmente la opción de trabajar en la construcción de rutas religiosas, entre otras cosas con un bonito nombre, la Ruta del Peregrino, una actividad que hace presencia desde la época de la colonia, pero que poco desarrollo muestra por las tradicionales limitaciones de inversión de recursos en este tema cultural. Toma mayor fuerza la Ruta del Aviturismo, un tema muy joven al que se le apostado en el todo el país como un aprovechamiento de las áreas naturales protegidas en sus diferentes manifestaciones y modalidades, reconociendo el esfuerzo institucional por imprimirle fundamentación científica y recreativa, siendo esta última modalidad la de mayor avance mercantil. El Biciturismo, otra actividad en boga, también se ha incorporado como Ruta con interesantes avances que trascienden las fronteras del departamento del Huila integrando a sus vecinos del norte, pero que por supuesto, se podrá extender a los vecindarios del sur y del occidente, creando dinámicas socioeconómicas en los puertos intermedios y destinos finales.
Si bien, se perfila la Ruta Gastronómica los técnicos para el caso Huila la perciben como una actividad transversal muy oportuna para retomar un tema que se ha dejado en el olvido, la recuperación de la memoria oral, hoy las comunidades locales se ufanan de la cocina contemporánea, pero muy poco se aplican en la investigación de las raicees que datan desde la época prehispánica, la gran mayoría se enfoca en el emplatado y las mezclas de los saborizantes industriales. Seguramente existan otras propuestas que se me quedan en el tintero, pero, preocupa la limitada información estadística, en este sentido se requiere el compromiso de los actores públicos y privados para reportar oportunamente la información cierta, segura y confiable que permita la construcción de indicadores para evaluar el desarrollo turístico local y en suma del departamento del Huila.