Después de 16 días de permanecer en cuidados intensivos, falleció ayer en Neiva la distinguida empresaria Judith Dussán de Charry, propietaria del asadero Las Vegas, que cumplirá en junio, 40 años, como uno de los más reconocidos y de mayor liderazgo en la capital huilense.
Un paro cardiaco le apagó su meritoria vida, hacia las 4:00 a.m. en la clínica Mediláser, donde recibía atención médica.
El deceso se produjo un año y un mes después del fallecimiento de su esposo Luis Alberto Charry Vargas, el amor de su vida, con quien libró las mejores causas desde su matrimonio el 23 de noviembre de 1957 cuando tenía 24 años. Su familia, la primera empresa, fue su mejor patrimonio. Le sobreviven siete de sus diez hijos: Ginette Charry Dussán, Ernesto, Luis Alberto, Margarita, Enrique, Rodrigo y Ramiro.
“Ella estuvo dedicada al servicio de los demás, la base de la familia, levantada con los más altos valores; la persona en la que todo el mundo se apoyaba.
Trabajaba en varias obras sociales, una de ellas era con el Banco de Alimentos, pagaba el estudio de varios seminaristas”, afirmó su hija Margarita. Su mística empresarial la alternaba con su devoción y el servicio social. “Desde hacía 30 años, organizaba todos los 16 de julio, la procesión en honor de la Virgen del Carmen. Nos íbamos a Pitalito a Timaná, en algún municipio del departamento. En los últimos años había estado delicada de su salud y solo se viene haciendo en Neiva. Este año la haremos en su honor”, recordó.
Después de laborar en la Dian se dedicó al comercio, la pasión de su vida. En 1973 fundó el Asadero Las Vegas, que le dio todo su prestigio y marcó una tradición. Su exclusivo adobo, fue su secreto. Fue fundadora y presidenta de la Asociación de Comerciantes de Neiva y activa directiva de la Cámara de Comercio.
“Fue una comerciante ejemplar, que supo mantener en alto un producto único en un competido negocio que le dio su prestigio. Pero también una dirigente gremial y una mujer caritativa, entregada de corazón a causas sociales”, expresó el ingeniero Diego Ospina Duque, presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio.
El presidente del Consejo Gremial Rigoberto Ciceri, exaltó su visión emprendedora y su talante de comerciante modelo. “El Huila pierde a una gran empresaria, pero ante todo, a una gran mujer y una madre ejemplar”, explicó.
En reconocimiento a su labor como dirigente gremial, la Cámara de Comercio de Neiva la otorgó el año pasado la Medalla al mérito empresarial, otorgado a los comerciantes distinguidos. También recibió el ‘Mercurio de Oro’ otorgado por Fenalco y múltiples distinciones oficiales. “Ella se llevó todos los méritos, fue una mujer laboriosa, emprendedora, luchadora y generosa; amante de las causas sociales, entre ellas, la del Banco Diocesano de Alimentos, donde fue su fundadora y miembro honorario”, expresó Ariel Rincón Machado, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio.
La velación se realiza en funerales Los Olivos. Las exequias se realizarán hoy a las 4:00 p.m. en la Iglesia Camponuñez. Luego será trasladada hasta Jardines el Paraíso.