La Nación
OPINIÓN

Se busca candidato

Sin perjuicio de que exista la posibilidad de que los periodos de alcaldes y gobernadores actuales se extiendan, de tal forma que las elecciones de estos se hagan simultáneamente con la de Presidente de la República,   debemos estar muy atentos de quiénes se postulan para los dos cargos más importantes del Departamento: el de Gobernador y alcalde de Neiva.

Lo que se percibe por lo pronto, es una mayor claridad en cuanto a candidatos a la Alcaldía, ya podemos ver pendones, notas periodísticas y hasta posters en la parte trasera de los carros, de quienes le han “madrugado” a la contienda.

Sin embargo, del ramillete que existe a día de hoy, y que muy probablemente cambiará después de octubre, no me referiré a ninguno en específico, pero si cabe aclarar, no hay quien sobresalga.   Tal vez sea muy temprano para decirlo, pero no estoy seguro si alguno pueda ir más allá de la gestión realizada por el actual alcalde, quien sin ser malo, demostró que a los funcionarios hoy en día se les tilda de buenos por cumplir con sus obligaciones básicas.

Neiva como ciudad dinámica y en franco crecimiento, debe contar ya con un alcalde diferente al político tradicional, un hombre o una mujer quien sin distingo de sexo, raza, religión o afinidad política –exceptuando el petrismo- realice un cambio al modelo de ciudad “pequeña” que existe en la actualidad.

En definitiva debemos contar con un alcalde que reúna características de personajes tan conocidos como lo son Mockus, Fajardo y Peñalosa. Del primero, porque se necesita una inmensa dosis de cultura ciudadana, y respeto por lo público. Del segundo porque necesitamos un mandatario que le apueste a la perfecta sinergia entre tecnología y ecología, así como promocionar la imagen positiva de la ciudad. Por último, se requiere un candidato que proponga ideas novedosas, que generen un gran impacto positivo en la comunidad; alguien que se atreva a realizar cambios de infraestructura, que sean la solución a los problemas del futuro y que nadie haya visto hoy, en resumidas cuentas, un visionario.

¿Será abusivo pedir por alguien que además vele por lo social y mantenga el clientelismo en sus mínimas proporciones?

La Gobernación es otro tema, bien distinto. De las candidaturas hoy en día solo hay rumores, guiños, pareciera que es la opción B de los “ahogados” en las pasadas elecciones parlamentarias.

Pero aquí hay mucho en juego, el futuro Gobernador debe tomarse muy en serio dos temas a saber, la actividad agropecuaria y el medio ambiente. El campo tradicionalmente ha sido la fuente de ingreso del opita, y sin embargo los medios de producción, la escasa industria y la tecnología empleada, poco o nada han cambiado en 30 o 40 años, traduciéndose en poca productividad y pérdidas.

La situación del medio ambiente a día de hoy es más que preocupante, desde el problema hidroeléctrico pasando por las licencias de explotación minera en paramos y humedales, que se suma a la desertificación galopante en distintos sectores del Departamento que amenaza con la subsistencia de los mismos pobladores.

Dos hombres de ciudad que sepan de campo o viceversa, he ahí nuestra gran necesidad.