Después de diez años, el alcalde de Gigante, César Germán Roa, logró terminar la optimización y ampliación del acueducto veredal, poniendo fin a un largo conflicto territorial por el agua.
RICARDO AREIZA
La ‘guerra’ por el agua en el caserío de Potrerillos en Gigante (Huila) comenzó a bajar su intensidad. Aunque no se ha alcanzado la “paz total”, por lo menos, se declaró una especie de tregua, que servirá, fundamentalmente, para superar una década de duros enfrentamientos por el uso y aprovechamiento del precioso líquido.
Ahora, la nueva batalla, será por las altas tarifas. “Pero este es un tema que tendrá que resolver la junta administradora, dueña del acueducto”, insistió el alcalde.
La culminación de las obras, también puso punto final a un incidente de desacato que abrió por cuarta vez, el Tribunal Administrativo del Huila contra los tres últimos alcaldes incluyendo a Iván Luna y Josué Manrique Murcia, quien regresará al cargo en enero próximo para mejorar lo que no pudo durante su primera administración (2016 – 2019).
En el último caso, la corporación judicial, admitió que la administración cumplió y levantado el incidente contra el alcalde saliente. La decisión fue notificada ayer por parte del magistrado Ramiro Aponte Pino. Sin embargo, mantuvo el desacato contra la renovada junta administradora.
Guerra judicial
A punta de acciones judiciales, el alcalde César Germán Roa, logró terminar las obras iniciadas en el 2013 en anteriores administraciones y ponerlas en funcionamiento.
Después de diez años de pugnas entre la comunidad, el agua potable por fin llegó con más presión al rico caserío para atender a 101 nuevos usuarios de las veredas Potrerillos, Los Altares y La Guandinosa.
Por lo menos así está consignado en el último informe que presentó el alcalde Roa Trujillo, quien puso el punto final de ese conflicto territorial por el agua.
Una acción popular con cuatro incidentes de desacato, denuncias penales y choques con la fuerza pública explican la complejidad de esa inédita contienda por el precioso líquido.
Dura sequía
El acueducto se abastece de la quebrada ‘Las Vueltas’, afectada por los bajos caudales, dramáticos en épocas de sequía. Según líderes de la comunidad, a esta problemática se sumaron las concesiones de agua, otorgadas sin ningún control a particulares para cultivos, ganadería y lagos de piscicultura, antes de la bocatoma.
El volumen de agua era e insuficiente para las tres veredas, especialmente en épocas de intenso verano. Con las obras de mejoramiento se lograron mejores presiones y permitió la ampliación de la cobertura.
Terminación
Según el alcalde César German Roa, el 26 de septiembre del 2023 se firmó el acta de terminación y recibo por parte del Municipio. Paralelamente, se realizó el cierre de la veeduría de este contrato de obra, sin contratiempos. “El municipio ya cumplió. Ahora, le toca a la junta administrativa asegurar la operación. A la fecha, sorteando todas las dificultades que se presentaron, durante tres administraciones, podemos afirmar que cumplimos con nuestra parte. La red se en uso y lista para su funcionamiento”, aseguró el mandatario.
“Por parte del municipio ya cumplimos y ahora las 101 personas beneficiarias deben realizar su registro en la junta para que así puedan suministrar su agua potable, ya que este acueducto es operado por la junta administradora que cuenta con una personería jurídica diferente a la del municipio y cuentan con sus estatutos. El compromiso del municipio era dejar una infraestructura en óptimas condiciones y así lo hicimos”, aseguró.
Optimización
Las obras de optimización comenzaron en el 2013 pero quedaron inconclusas, entre otras razones por choques entre unas 70 familias por el derecho al agua. Las obras debieron terminarse el 30 de junio de 2019, según los cronogramas, pero no se ejecutaron.
Ante la renuencia de la comunidad, la administración municipal declaró la utilidad pública de un lote para ubicar la planta de tratamiento. La medida administrativa, agravó los enfrentamientos.
El Decreto 023 del 4 de febrero de 2019 fue expedido, previamente facultado por el Concejo para proceder con la enajenación voluntaria o en su defecto, con el trámite administrativo de expropiación del predio.
Este año se firmó un contrato interadministrativo 071 del 27 de enero de 2023 con las Empresas Públicas de Gigante (Empogigante) con un plazo de ejecución de cuatro meses, contados a partir del primero de febrero de 2023.
El alcalde suscribió, además, otro contrato (035 de 2023) para ejecutar obras de mejoramiento de la bocatoma y ampliación de la línea de conducción (planta de tratamiento y tanque de almacenamiento), adecuación del tanque de almacenamiento y construcción de desarenador; además de la reparación y reposición de la red de distribución.
Las obras finales costaron 322,29 millones de pesos. El contrato fue adicionado en 64,67millones.
Obras ejecutadas
“En esos últimos contratos se realizó el mejoramiento y ampliación de la línea de conducción (bocatoma – desarenador – planta de tratamiento), la línea de conducción desde la planta de tratamiento y el tanque de almacenamiento). Igualmente se realizó la adecuación del tanque de almacenamiento y construcción del desarenador, además de reparación y reposición de la red de distribución”, confirmó el gerente de las Empresas Públicas, Miguel Darío Motes.
Adicionalmente, se ejecutaron todas las obras complementarias a la instalación de la red principal como cajas, válvulas y viaductos. También se realizaron apiques para verificar la ubicación y diámetro de la tubería instalada, se realizaron las pruebas de presión de la red instalada para verificar el buen estado de la red.
“Para lograr la conexión de las viviendas beneficiarias en las veredas La Guandinosa y Los Altares, el contratista instaló tuberías de presión y diversos accesorios de diferentes diámetros. Estos trabajos incluyeron la reparación de ramales y la conexión de acometidas domiciliarias. Durante este proceso, se identificaron y conectaron un total de 101 predios beneficiarios, lo que representa un paso importante hacia la mejora del suministro de agua en estas comunidades”.
Tensiones
La terminación del proyecto, pese a la trascendencia de las obras no fue fácil. “Durante el desarrollo de este proyecto, se encontraron circunstancias imprevistas que impactaron el cronograma y el desarrollo de las obras”, explicó el alcalde Roa Trujillo.
Las fuertes lluvias, también generaron retrasos temporales en algunas áreas críticas, especialmente en la zona de la bocatoma. No obstante, se implementaron medidas para superar estos desafíos y garantizar un progreso continuo.
“Además, se presentaron dificultades sociales relacionadas con el llenado del tanque de distribución para realizar pruebas de presión. Esto provocó tensiones entre el contratista y algunos habitantes de la vereda Potrerillos”, reforzó Johan Sebastián Vargas, secretario de Planeación e Infraestructura.
No obstante, se mantuvo una comunicación permanente entre todas las partes involucradas para abordar estas situaciones de manera efectiva.
“Finalmente se logró terminar. El municipio ya cumplió. Este proyecto ha proporcionado un recurso vital, como el agua potable, a una gran comunidad y ha superado desafíos inesperados a lo largo del camino”, insistió Roa Trujillo.
Acción popular
La acción popular fue promovida por la personera de la época Pilar Quimbaya Velandia. El pacto de cumplimiento fue aprobado el 10 de septiembre de 2018. Un año después el Tribunal Administrativo del Huila decretó un primer desacato que no frenó la “guerra por el agua”.
El 11 de febrero de 2020 el Consejo de Estado revocó la sanción impuesta a los miembros de la junta administradora.
No obstante, ordenó a la corporación la continuación del trámite de cumplimiento de la acción judicial y la adopción de las medidas pertinentes para lograr la real protección de los derechos colectivos amparados a las dos comunidades.
Punto final
Según el magistrado, Ramiro Aponte Pino, la administración realizó las obras requeridas para garantizar la conexión del acueducto de Potrerillos a las veredas La Guandinosa y Los Altares.
“El alcalde ha realizado actuaciones dirigidas a garantizar la ampliación del referido acueducto, por lo que se abstendrá de imponerle alguna sanción, pues no ha incurrido en desacato”, concluyó Aponte Pino.
“Por fin, después de diez años de espera las obras fueron ejecutadas. El proyecto ya se ejecutó (se verificó la conexión de 101 “domiciliarias” en las veredas Los Altares y La Guandinosa)”, confirmó el alcalde Germán Roa.
“Solo se encuentra pendiente avanzar con trámites administrativos como el acta de recibo final para proceder con las actas de terminación y liquidación del contrato interadministrativo y los nuevos usuarios de las veredas Los Altares y La Guandinosa se acerquen al acueducto de Potrerillos y hagan los trámites pertinentes para la adquisición del servicio”.
Altas tarifas
Según el personero, Jhonatan Fernando Ramos, la junta administradora del acueducto de Potrerillos no ha permitido el correcto desarrollo del acuerdo, y según la comunidad, fijó precios de matrícula y afiliación muy altos. “Aunado al hecho de que el contratista no había realizado pruebas para verificar su funcionamiento”, aseguró.
“Dado que el Personero de dicha municipalidad informó que la junta administradora del acueducto de Potrerillos ha fijado un precio muy alto a la matrícula y afiliación de los nuevos usuarios; es menester, continuar con el trámite incidental frente a los nuevos integrantes”, precisó el magistrado.
Por este desacato tendrán que responder ahora los dirigentes comunales José Rivera Quintero, José Libardo Rondón, José Nelson Montealegre Mora, Nidia Narváez, Edgar Rodríguez y Jaime Murillo Méndez.
En particular, tendrán que justificar el valor de la tarifa y la base legal para su cobro.