La Nación
¡Sectorización segunda fase en apuros! 1 1 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¡Sectorización segunda fase en apuros!

Por: Alejandro Serna

El deber ser del macroproyecto denominado “Sectorización de la red de acueducto de Neiva”, técnicamente consiste en lo que hace la policía en materia de seguridad, formando cuadrantes, por medio de subsectores, en aras del mejoramiento del servicio, para cuando exista la necesidad de arreglar un tramo de tubería, no se traumatice con la ausencia del líquido vital en numerosos barrios de Neiva, sino en el sector donde se va intervenir o reparar.

Otro fin de la sectorización es el de coadyuvar en la disminución de los índices de agua no contabilizada- IANC, en la medición del caudal que se registra en cada zona, para ver ¿dónde es que se está perdiendo la presión? por factores externos o conexiones ilegales.

Nunca hubo problema con la “Sectorización primera fase”, contratada en el 2014, cuyo valor fue 14 mil trescientos millones de pesos y cuyo gestor fue EPN, por medio ingeniería huilense contratista, el “Consorcio Optimización Neiva” representado legalmente por Andrés Eduardo Gómez, opitas que, sin mayores contratiempos, ejecutaron la obra a cabalidad y sin reparos técnicos.

Cosa distinta está pasando con la ejecución de la “Sectorización Fase II”, obra se realizó mediante convenio entre el Gobierno Lara, FINDETER y Ministerio de Vivienda en el 2017, cuya ingeniería fue foránea, mediante CONSORCIO ALIANZA YDN Neiva, por un valor de 13 mil trescientos treinta y nueve millones de pesos, con interventoría y supervisión también de gente de afuera, pero que hoy tiene en problemas de desabastecimiento de agua a la ciudad en la zona norte de Neiva, en especial en las comunas 1, 2 y 9.

La nueva gerente general de EPN, Gloria Vanegas, quien se le ha visto diligente con las cuadrillas operativas, anunció que la presente fase tiene inconvenientes técnicos y administrativos, lo que genera gran preocupación.

En el tema administrativo el contrato se hizo con catastros obsoletos, lo cual es grave, porque no se tuvo en cuenta la documentación técnica, la ingeniería ni el criterio de la empresa, ni a los trabajadores oficiales que conocen la red de acueducto como la palma de su mano. Los problemas técnicos, aún están por verse, ya que no está definido cuáles son los procedimientos a la hora de instalar tuberías o bombas, generando ruptura de la capa asfáltica casi a tientas, sin ninguna planeación técnica.

El problema fiscal mayor esta por dimensionarse, ya que se instalaron las válvulas, pero no se han hecho pruebas y esto puede conllevar a que se reviente la tubería vieja que debió haberse cambiado con antelación y que conllevará seguramente a romper las calles nuevamente por no preverse y planificarse, demandando de grandes inversiones adicionales por parte el municipio en vías y por parte de EPN en nueva tubería. ¡Los entes de control tienen la palabra!