La Nación
COLUMNISTAS

Sublevarse ya, o perecer

La sociedad colombiana parece sucumbir ante la violencia, la avaricia y la injusticia. Lacras todas, originadas en la corrupción, el monstruo poderoso que se anidó en el corazón del hombre, expulsando los principios y valores fundamentales. Televisión, periódicos, iglesias y juzgados, acumulan denuncias, sin resonancia en la ruda obstinación del monstruo. Domesticado el diagnóstico, esquivo el remedio, para la enfermedad. El desconcierto y la desesperanza pueden precipitar una respuesta violenta, desbordando la paciencia por años represada. Sus tentáculos invaden espacios y competencias ajenas, como cualquier emperador expansionista. Las mal llamadas altas cortes invadieron al congreso, en obsceno chantaje para alcanzar ventajas personales. Que se empine el congreso y legisle, en sublevación democrática.  Fuera, de la plenaria, la consejera de estado, reclamando las gabelas pactadas en la fracasada reforma a la justicia. Fuera, la suplicada constituyente de la Corte Suprema, para alcanzar privilegios. Sublevación contra un Fiscal enloquecido, asesor de Fidupetrol, de Saludcop, de las Farc. Forma institucional blanda de sublevarse, le viene bien al país, antes de que se haga tarde. Sublevarse y cambiar cosas, variar el rumbo, consolidar valores y alcanzar mejores objetivos. Sublevación contra las enraizadas costumbres de obtener el dinero por los atajos de la trampa y la mentira. Contra el alcalde, gobernador o ministro, que ordena poner la licitación en el camino de sus amigos personales, para recibir los porcentajes inmorales. Sublevarse contra los trueques y malsanos negociados, que se hacen en nombre de la política. Porque entendemos, que la política es el conjunto de las razones para obedecer y de las razones para sublevarse. Obedecemos al congresista, que en la ley prohíbe al empleado público, aportar dinero a los partidos políticos. Cuando viene la campaña, y solicita el aporte económico a todos los empleados que ha recomendado, ¿será acaso ilícito sublevarse? Cambiar, innovar, imaginarse nuevas formas de vida es proteger la sociedad del desastre. Optar por mejores razones para obedecer y jefes que ordenen con autoridad más respetable. Sublevación contra las campañas a la gobernación del Huila, que amenazan con 6.000 millones de pesos para comprar votos y aplastar a los contrarios. Sublevarse contra el interventor corrupto, es negarse a la paga, en el acta final de liquidación. Sublevarse el proveedor, es negarse a sobrefacturar los insumos solicitados por el almacenista corrupto. Enfrentar la corrupción de la justicia, con el valor de Luis Alonso Colmenares, papá de Luis Andrés, asesinado en un caño de testigos y fiscales comprados, y un magistrado de la Corte Constitucional  traficante de tutelas, es forma de cambiar la sociedad, y buen ejemplo de sublevación.