La Nación
Todos por La Tatacoa 1 20 abril, 2024
EDITORIAL

Todos por La Tatacoa

En buen momento la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, ha decidido ratificar su decisión de no permitir las fiestas electrónicas ni la circulación de vehículos todo terreno o cuatrimotos en los laberintos del desierto de La Tatacoa, ubicado en comprensión municipal de Villavieja, en el norte del Huila.

“El desierto es para ser utilizado sosteniblemente”, han sido las palabras del director de la máxima autoridad ambiental del departamento, Camilo Agudelo Perdomo, al confirmar que “no hay más permisos para fiestas o esos eventos que manejen esos niveles de ruido de las fiestas electrónicas”. En este caso puntual, el funcionario sustentó el origen de la medida: “una fiesta electrónica de alto volumen puede acabar con una generación de aves en el desierto, porque las aves abandonan sus nidos ante estos niveles impresionantes de ruido que ocasionan este tipo de fiestas”.

Como era de esperarse, la decisión causó hilaridad en operadores y guías turísticos, vigías del patrimonio y habitantes del municipio de Villavieja, que han visto cómo el desierto se llena de turistas nacionales e internacionales, pero al mismo tiempo de prácticas que deterioran la zona.

En esta tribuna, muchas veces alertamos sobre el impacto negativo de las fiestas electrónicas en La Tatacoa. Para nadie es un secreto que estas fiestas, además de convertir el desierto en un muladar, son epicentro de desórdenes, riñas y consumo sin control de toda clase de drogas y sustancias alucinógenas. Todos en Villavieja y en Colombia lo sabían, pero las autoridades muchas veces se hicieron las de la ‘vista gorda’.

Por eso, ahora, el gran reto será en que este tipo de prohibiciones que se han impuesto en favor de La Tatacoa se mantengan en el tiempo, que los controles se lleven a cabo sin concesiones, y que se promuevan nuevas y ambiciosas estrategias para la protección del desierto.