La Nación
COLUMNISTAS

Trabajar y ganar en equipo

No es casual que Colombia sea un país que en deportes individuales se destaque a nivel mundial. Somos potencia en ciclismo, bicicross, patinaje, judo, lucha, pesas y muchas otras disciplinas  individuales. Menos mal en los deportes en conjunto estamos progresando.  Las razones son múltiples y obvias: el apoyo y la inversión económica es más manejable para un deportista que para un colectivo; y desde el punto de vista cultural, somos un pueblo que no sabe juntarse para trabajar en equipo por el objetivo de todos; y siempre pensamos  en forma egoísta y en el “cómo voy yo” y “usted no sabe quién soy yo”.

En deportes de conjunto Colombia solo ha sido campeón del mundo en béisbol (Mundial Amateur 1947 y 1965), hockey sobre patines (Mundial B en 1988), polo acuático (Mundial B en 2007) y microfútbol (2000, 2011 y 2015). Hay que resaltar el tricampeonato mundial de microfútbol, un deporte que alguna vez hemos practicado en el polideportivo del barrio, a nivel estudiantil y empresarial, etc. Ese “fútbol de atrio”, como despectivamente lo llaman algunos, expresa la vida simple y cotidiana de la gente del común. El micro nos recuerda nuestras raíces. Tal vez sea esto lo que más gusta de este deporte, y lo que incomoda a algunos que tratan de demeritarlo. Este deporte expresa la forma de ser del hombre de barrio que se la rebusca, del ruso de la construcción y del colombiano común y silvestre. 

Aunque pasó desapercibido, en el pasado mes de abril la selección nacional masculina de fútbol de salón de Colombia, se adjudicó el título del XI Mundial, Bielorrusia 2015, después de golear 4 por 0 a Paraguay en la final. Es el segundo título consecutivo y el tercero en la historia de la AMF (Asociación Mundial de Fútbol de Salón). Colombia se caracterizó por el buen manejo de la pelota, habilidad y técnica depurada de sus jugadores, trabajo táctico ordenado sin abandonar nunca el estilo propio del equipo, que viene brillando a nivel internacional y sin derrotas, desde hace 5 años, demostrando que actualmente Colombia es el mejor equipo de fútbol sala del mundo.

Afortunadamente nuestros deportistas están tomando conciencia del trabajo en equipo y estamos obteniendo triunfos significativos. Algo tenemos los colombianos para jugar la pelota en espacio reducido, para ser solidarios, para pensar y trabajar en equipo… cuando el colectivo es de gente humilde, talentosa, trabajadora y profesional; como sucede actualmente con la selección de mayores de fútbol que va para la Copa América de Chile y  nuestro Atlético Huila, que nos tienen soñando. El microfútbol no es un deporte olímpico y no es de la poderosa Fifa, pero ganamos el XI mundial de fútbol del salón Bielorrusia 2015.