La Nación
Tras las huellas de un agresor 1 19 mayo, 2024
TEMA DEL DÍA

Tras las huellas de un agresor

Cecilia González Villa

corresponsales@lanacion.com.co

 

Las redes sociales fueron las primeras en prender las alarmas. Un hombre le había dado una fuerte golpiza a una indefensa mujer cuando caminaba desprevenida por una calle del barrio Santa Inés de Neiva.

Tal y como se ve en las imágenes difundidas en Facebook, la mujer caminaba tranquila por el sector cuando de repente, así de la nada, un hombre con aspecto muy descuidado se le acercó y sin más comenzó a golpearla salvajemente.

El hecho sucedió el sábado anterior y fue hasta que ciudadanos subieron las imágenes grabadas por cámaras de seguridad que efectivos de la Policía Metropolitana lo encontraron y realizaron una conducción preventiva del hombre, aunque esposado porque se tenía la evidencia de su agresividad.

Y aunque vecinos de Santa Inés señalaron que no era la primera vez que agredía a una mujer, la Policía asegura lo contrario.

Lo cierto es que el indigente que al parecer presenta problemas de tipo siquiátrico fue llevado hasta urgencias de la Unidad de Mental del Hospital Universitario de Neiva.

Allí fue recibido en urgencias por especialistas para ser sometido a valoraciones médicas adecuadas.

Sin embargo, se supone que la próxima semana la mujer agredida por el  indigente tendría que interponer una demanda en su contra con el fin de hacer efectiva una captura como tal. De ahí se desprendería el comienzo de un proceso judicial.

¿De quién se trata?

Entre tanto, las autoridades intentan averiguar a profundidad sobre la vida del indigente, pues en principio no existe mucha información sobre su vida.

No obstante, Tulia Inés Cantillo Álvarez Directora del programa Habitante de Calle en Neiva le dijo a LA NACIÓN que lo único que se sabe de este agresor es que se le ayudó a tramitar un certificado como habitante de calle, hace algún tiempo.

De esta manera  lo que se buscaba era poder tramitar su cédula de ciudadanía y luego ofrecerle atención.

“Este fue el servicio que se le prestó pero no fue recibido en el programa por el mismo trastorno siquiátrico que él tiene”, explicó Cantillo Álvarez.

De hecho, de la vida de este hombre es poco lo que se sabe. Eso sí, está claro que es nacido en la ciudad pero tampoco se tiene conocimiento exacto de qué comuna proviene.

Lo que sí es cierto es que suele deambular constantemente por el sector de Santa Inés donde sucedieron los hechos que ahora lo tienen al borde de un proceso judicial.

Dado que a primera vista se está hablando de que este agresor presenta un problema con complicaciones mentales, éstas podrían tener varias causas.

La primera se derivaría de un consumo constante de sustancias alucinógenas que poco a poco han ido dañando el cerebro. Otra tendría que ver con una poliadicción la cual dura el tiempo que tarde en pasar el efecto de la droga consumida. Aquí incluso, se presentan momentos de lucidez.

Y cuando hay un trastorno siquiátrico como el que ocupa este caso, podría hablarse de causas congénitas en cuyos casos suelen ser abandonados por sus propias familias porque ya no los toleran en casa.

Por lo pronto, la búsqueda de la familia de este indigente ya comenzó, según señaló Tulia Inés Cantillo Álvarez, directora del programa Habitante de Calle de Neiva.

Lo que se hace

La funcionaria sostiene que lo que sí se hace en estos casos puntuales de trastornos siquiátricos es reportarlos a salud mental municipal y departamental, y así sucedió en este indigente que ahora atrae la atención de los neivanos por los hechos que rodean su situación.

Pero no es el único, caso. La directora del programa Habitante de Calle de Neiva dice que no es el único registro que se tiene. Hace algún tiempo fue reportada una mujer que también presenta problemas de tipo mental pero no es agresiva.

Con ella, en cooperación con la Policía se logró que fuera atendida en urgencias y ahora permanece en una fundación.

Y así sucederá ahora con el indigente que golpeó a una mujer en el barrio Santa Inés de Neiva.

El caso ha quedado listo para ser reactivado el próximo martes tras su ingreso a urgencias de la Unidad Mental del Hospital Universitario de Neiva donde están participando una trabajadora social a la que se unió el equipo interdisciplinario de salud mental de Neiva y el Huila, así como un comité de drogas.

“La búsqueda de la familia ya comenzó desde el sábado pero aún no hay noticia alguna pese a que no han faltado quienes sostienen que sí la tiene. El objeto es hacer una articulación y enrutar una salida”, asegura Cantillo Álvarez.

La casa de los indigentes

Pero más allá de este caso, en el programa Habitante de Calle no se permiten aquellos indigentes que tengan trastornos de tipo siquiátrico.

Actualmente, en la casa que funciona en el centro de Neiva hay 35 personas internas con todas sus capacidades mentales porque lo que se hace allí es llevar a cabo un proceso de resocialización.

Y en eso es clara, Tulia Inés Cantillo Álvarez cuando asegura que el Municipio lo que garantiza es un programa de resocialización no de rehabilitación. “Allí se hace todo el proceso adecuado con siquiatría para atender al paciente y nosotros como programa trabajamos con el Hospital si tiene o no identificación, certificarlo como habitante de calle para que la Unidad Mental pueda prestar el servicio o prestarlo a una EPS si no tiene”, explica.

De todas maneras, un proceso de resocialización en la casa del Habitante de Calle es muy relativo. Depende de la voluntad de cada persona que ha sido ingresada al programa.

Es decir, cada indigente que decide permanecer en la casa lo hace dependiendo de cuánto quiere cambiar su vida. Y siendo así el proceso podría tardar un corto tiempo.

Partiendo de esa base, hay indigentes que llevan seis meses en los que han logrado avanzar mientras que otros que han permanecido más tiempo aún no alcanzan totalmente la cima y pueden tardar incluso hasta dos años, o más.

Sin embargo, eso no significa según, Cantillo Álvarez que se curen de sus adicciones totalmente pues el peligro de recaer siempre estará ahí, latente.

Pese a ello, hay ejemplos por destacar de la Casa del Habitante de la Calle, como el de un hombre que tras muchos años presa de las drogas, logró graduarse de una carrera universitaria, mientras que otro adelanta estudios en la Universidad Surcolombiana.

“El peligro está ahí pero de todas maneras llevan mucho tiempo sin consumir y  están más fuera de la calle que dentro de ella”, señala Tulia Inés Cantillo Álvarez.

Para ello, se cuenta con la asesoría y el acompañamiento de una sicóloga, un educador a los que se suma un trabajo articulado con practicantes de la Facultad de Sicología de la Universidad Minuto de Dios, de Enfermería de la Usco, entre otros.

Pero la Casa del Habitante de Calle también maneja otra estrategia denominada Caminata Rescatando Vidas. Lo que hacen los funcionarios es desplazarse hasta las calles en búsqueda de indigentes.

Se realiza una vez a la semana y lo hacen sicólogos y personal sicosocial del programa Adulto Mayor y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, así como Personería Municipal.

Estos profesionales se acercan a los habitantes de calle e intentan persuadirlos para que se acerquen al programa o para apoyarlos en el proceso de cedulación, cuando son indocumentados. De ahí que para Tulia Inés Cantillo Álvarez resulta extraño que en todas esas caminatas no se hubieran encontrado con el indigente que el sábado atacó a una mujer en el barrio Santa Inés de Neiva.

 

Rescatando indigentes

El programa Habitante de Calle nació hace 14 años en la administración del entonces alcalde Jorge Lorenzo Escandón pero se llamó Pan y Panela.

No contaba como ahora con una casa permanente para atender a los habitantes de calle sino que solo se hacían brigadas y se les ofrecía un pedazo de pan con panela, se les permitía bañarse y se iban.

Fue posteriormente, cuando el mismo Escandón logró conseguir una casa en arriendo cerca a la avenida Circunvalar, luego otra en el barrio Calixto y ahora funciona  en la carrera 1G con calle octava.

En lo que va corrido de esta administración, se ha logrado atender a 380 habitantes de calle, tanto en brigadas como en la casa.