Preocupante y grave, con consecuencias todavía difíciles de prever y cuantificar, la situación revelada del estadio Guillermo Plazas Alcid, que no estaría habilitado para recibir público en el primer semestre del año, y por ende servir de sede de los partidos de local del Atlético Huila, de La Liga Águila que inicia la última semana de enero.
El máximo escenario deportivo del departamento está a medias en la remodelación que inició a mitad de 2015 con muchas expectativas en la afición y, para que negarlo, dudas por la plata y resultados de las obras anunciadas. Y no les faltó razón a los incrédulos de entonces. Después de una inversión inicial de $20.000 millones y una adición cercana a los $8.000 millones ahora se conoce que las zonas en rehabilitación no estarán listas a tiempo.
La tribuna occidental sería entregada parcialmente en los primeros pisos y la gramilla, afectada por un hongo y el verano, estará habilitada hasta febrero. Solamente estarían acordes los camerinos y otras áreas menores. Pero lo realmente grave es que las graderías populares, oriental, sur y norte, no están en condición física y estructural de ocuparlas. Presentan un gran deterioro que no fue corregido oportunamente como lo exigió un concepto técnico del año 2012 del Ministerio de Ambiente.
Con ese antecedente, la Administración Municipal evalúa la posibilidad cierta de no prestar el recinto, atendiendo que no ofrece las garantías de seguridad necesarias para recibir un espectáculo masivo, sin que represente un riesgo para las personas.
“Las tribunas caducaron su vida útil, los resultados arrojados mediante unos ensayos de núcleos informaron el incumplimiento de esa resistencia…sería mucho más conveniente para la comunidad que se mantenga cerrado el escenario deportivo”, concluyó la Secretaria de Infraestructura de Neiva, María del Pilar Trujillo. En la misma tónica está el alcalde Rodrigo Lara Sánchez, quien preocupado busca salidas que sirvan a todas las partes.
Y es que no poder jugar en casa “sería catastrófico” para el equipo. En lo económico y deportivo, como no dudaron en expresarlo el presidente Juan Carlos Patarroyo y Jorge Fernando Perdomo, presidente de la Dimayor. Ambos ya conocen con suficiencia las consecuencias sufridas el año pasado, cuando el conjunto bambuquero estuvo exiliado en Armenia y Girardot con pobres asistencias, millonarios costos financieros y pésimos resultados futbolísticos.
Ojalá haya una pronta solución, que beneficie al Club, pero no a costa de poner en riesgo la seguridad de los aficionados que vayan al Plazas Alcid.
“Es urgente que la Alcaldía de Neiva y las de los demás municipios del Huila implementen campañas de convivencia ciudadana, que enseñen a la gente a querer en donde viven”.