La Nación
COLUMNISTAS

Un imposible de olvidar

Se inició el agite político para las votaciones de marzo próximo. Es la esencia del país, la representación. Por esta razón, hay que elegir a conciencia. No olvidemos que en pasado reciente cuando Uribe vió los partidos políticos despedazadas por sus propias contradicciones, aprovechó se metió por el medio de cada uno de los partidos y organizó un movimiento que se denominó el uribismo. Que salidos del poder, hoy son el Centro Democrático y están enfrentados como fieras recién paridas en el centro de su nido, y ahora vienen al Huila a sacar pecho, cuando nunca lo han representado con honradez.

Cuando el Gobierno de Uribe declaró de utilidad pública como 10 mil hectáreas para la construcción de la Represa del Quimbo; hizo posible el desalojo y las indemnizaciones a precio de huevo reventado para los dueños de las parcelas afectadas. Es imposible olvidar tanto daño causado a la Región. Y más grave aun, los mismos Congresistas del Huila se quedaron callados atemorizados por el poder de Uribe.

Ahora cuando todo está consumado, asumen una falsa defensa. Hay que salirse de ese canasto en que zarandean a la gente en cada elección y votar por otras personas con mejores ideales.

El gobierno de Uribe es de ingrata recordación, porque aliado con los más bellacos y gente de mala calaña, inundó de corrupción la administración pública, aunque suene a cháchara, nadie lo niega. Uribe no puede ofrecer que trabajará por el país, porque en su doble tiempo como presidente no lo hizo, menos lo hará como Senador.

Y es que en muchas de las administraciones locales y regionales manejadas por uribistas se dejaron conocer como los más deshonestos y corruptos.

Recordemos el reservorio de Neiva, más de 40 mil millones de pesos invertidos, y hace poco amaneció seco.

También la “Granja Comunitaria” barrio que hace 18 años no tiene servicio de agua, sólo la que San Pedro les manda; dizque se hizo un contrato de inversión por $850 millones de pesos, pero sólo les alcanzó a los contratistas para pagar la gasolina de ida y vuelta a la obra. ¡Y no es raro! en Gramalote sus gentes perdieron todo por inundación, sólo recibieron promesas. Por estas razones, continúan las protestas en Caquetá, en Atlántico, en Boyacá etc. Miremos el Sistema de Salud como empresa explotadora de los enfermos, sigue igual. La educación cuestionada, sigue en el tablero. La gasolina igual; en Ecuador vale un galón $2.835 pesos colombianos. En Venezuela vale $76 centavos venezolanos. El Estado hay que refundarlo, se perdió en el mar de los intereses particulares.