La Nación
Una generación de revolucionarios 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Una generación de revolucionarios

Por: Eduardo Gutiérrez Arias

Este poderoso paro en Colombia que comenzó el 28 de abril, cuyo principal protagonista en la movilización ha sido la juventud,  me ha llevado a recordar mis orígenes políticos en otro gran movimiento de masas juvenil, ese no nacional sino universal, al punto que le dio nombre a una generación como la generación del 68. Tengo 72 años y podría decir que mi vida de revolucionario comenzó en 1968 cuando cursaba el primer año de sociología en la Universidad Nacional de Colombia e inicié mi vida política en los Comandos Camilistas que creamos ese año en la misma Universidad al lado de líderes huilenses como Germán Liévano, Ricardo Mosquera, Hernán Gómez, Hernando Pascuas, Reinaldo Perdomo y muchos otros de otros departamentos.

Es bueno recordar que a ese movimiento también perteneció la hoy rectora de la Universidad Nacional de Colombia, Dolly Montoya.  Una parte significativa de la juventud universitaria no sólo en Colombia sino en el mundo, tuvo como principal ideal en ese momento, crear una sociedad más justa, igualitaria y libre. En mayo de ese año 68 la juventud francesa se levantó airada en un gran movimiento de rebeldía contra todo lo que significara el establecimiento: el capitalismo, la sociedad de consumo, el autoritarismo y el imperialismo. El movimiento se inició en el mes de marzo y se fue fortaleciendo hasta convertirse en mayo en una de las huelgas generales más importantes que haya tenido Francia en su historia, con el apoyo del movimiento obrero, los sindicatos y el Partido Comunista Francés. El movimiento terminó impactando la juventud de otros países en donde también se desarrollaron huelgas y protestas similares como México, Checoeslovaquia, Italia, Alemania Federal, Suiza, Argentina, Uruguay y Estados Unidos. Aunque su propósito no fue derrocar el gobierno ni generar una insurrección contra el sistema, sus repercusiones fueron tan importantes y prolongadas que aún hoy sentimos sus efectos.

En la actualidad connotados historiadores le adjudican a ese movimiento efectos importantes en el fin del gaullismo francés, en el debilitamiento de la influencia soviética en Checoslovaquia y en el fin de la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional en México. Aunque en Colombia este mayo del 2021, aún no termina entre otras razones por la obtusa posición del régimen que ha buscado acabarlo con violencia y represión, así haya cedido sin negociar algunas de las peticiones de los movilizados como retirar la reforma tributaria, el proyecto de ley 010 sobre reforma a la salud y acceder a la matrícula cero para los estratos 1, 2 y 3 en las universidades, todavía están por verse los efectos futuros en la vida política de la Nación.