Consuelo Serrato de Plazas
Un hito histórico que sin lugar a dudas marcará un antes y un después para la humanidad será el Covid-19 declarado por la OMS pandemia a nivel mundial, hecho que viene generando crisis de inconmensurables consecuencias no solo por los cientos de miles de vidas que viene cobrando, sino también por los gravísimos efectos que tiene y tendrá para la economía mundial.
De hecho, el exponencial crecimiento del brote de coronavirus y las consiguientes medidas de contingencia dirigidas a contener su propagación han forzado a las personas a modificar de manera significativa su cotidianidad. Justamente uno de los mecanismos más recomendados por las autoridades sanitarias ha sido el de mantene distanciamiento social hasta tanto se supere la crisis, estrategia que de acuerdo con expertos en la materia ha demostrado ser la más efectiva para frenar la transmisión de la epidemia. Por fortuna como alguien lo expresara: «La distancia impide un beso o un abrazo, pero jamás impide un sentimiento».
Por tanto y en la búsqueda por hacer efectiva tal estrategia, han surgido una serie de alternativas en diversos ámbitos, en particular respecto de las dinámicas laborales y académicas, traducidas en trabajo en casa y clases en línea para colegios y universidades, por citar solo algunas, hecho que fuerza a permanecer en el hogar y no salir salvo en circunstancias excepcionales.
En ese orden y más allá de las funestas consecuencias, el Covid-19 representa oportunidad propicia para el reencuentro familiar y de paso para afianzar lazos de cariño y propiciar verdadera interacción con los seres queridos, retomando prácticas familiares que conlleven al fortalecimiento de vínculos afectivos con nuestra descendencia y de paso con la pareja, pues como es bien sabido ante el cúmulo de compromisos y obligaciones que impone la vida moderna difícilmente se gestionan espacios adecuados para compartir en familia.
Recordemos que la presencia activa en el hogar como escenario privilegiado es factor determinante para el éxito de sus integrantes. Y nunca olvides que «si quieres estar en los recuerdos del mañana de tus hijos, tienes que estar en el presente de su vida cotidiana» tal y como lo expresara la escritora Bárbara Johnson.