La masacre contra 5 niños en una vereda de Florencia la semana anterior, después que la familia había denunciado amenazas en una base cercana del ejército, ante un juzgado de la ciudad y a la procuraduría, sin que ninguno de estos entes hiciera absolutamente nada por impedir lo que aconteció, me ha hecho recordar lo sucedido en el Consejo Comunitario moderado por el en ese momento presidente Álvaro Uribe, en el departamento de Sucre, cuando el alcalde del municipio de El Roble denunció que los paramilitares, orientados por el gobernador Salvador Arana, presente en esa reunión, estaban organizando su asesinato y que si eso sucedía, el autor intelectual era el gobernador. Uribe puso oídos sordos a la denuncia y a las pocas semanas el alcalde Eudaldo Díaz fue asesinado. El premio de Uribe para el autor intelectual del crimen, fue enviarlo a Chile en misión diplomática. Pero la justicia colombiana siguió investigando y años después Arana fue condenado a 40 años de prisión por el crimen contra el alcalde de El Roble. Como otros uribistas comprometidos en delitos, estuvo huyendo de la justicia fuera del país pero al final fue aprendido y hoy purga su merecido castigo.
Tiene razón Uribe al estar tan preocupado con el regreso al país de María del Pilar Hurtado y haberse entregado a la justicia, para que concluya la investigación que le sigue la Corte Suprema por haber convertido el Das en un aparato delincuencial, al servicio del paramilitarismo, la mafia y los más oscuros intereses particulares, chuzando a magistrados de las altas cortes, destacados periodistas como Daniel Coronel y dirigentes de izquierda como Piedad Córdoba, Iván Cepeda, Gustavo Petro y otros. Los numerosos twitters del ex presidente en los últimos días intentando sostener que María del Pilar es una santa paloma perseguida por el gobierno de Santos, son solamente su presión para que ella no cante toda la verdad de cuanto sucedió con el Das en el tiempo en que ella fue su directora. Muy pocos se comen el cuento de que esta señora, motu proprio, haya emprendido tamañas y tan delicadas acciones ilícitas procurando acorralar la oposición al gobierno de Uribe. Descubrir toda la verdad de lo sucedido en el DAS, es una buena terapia para un país enfermo de engaños y falsedades. Otras naciones latinoamericanas que también sufrieron dolorosas experiencias de despotismo como Perú en la época de Fujimori, Chile en el periodo de Pinochet y Argentina en el tiempo de las dictaduras militares, han podido reconciliarse y lavar sus pecados ante el mundo, develando buena parte de la vergonzosa verdad de cuanto aconteció en los años de terror. La paz en Colombia también requiere de las verdades que conocen personajes como María del Pilar Hurtado, Luis Carlos Restrepo, Sabas Pretelt, Andrés Felipe Arias y Alfonso Hoyos. Develar esas verdades nos ayudará a construir una sociedad civilizada.