La Nación
¿Valió la pena? 1 19 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¿Valió la pena?

Jorge Fernando Perdomo

Ha transcurrido una semana convulsionada. Es posible que la de mayor perturbación en los últimos años.

Ya habíamos advertido, que la conjunción de una serie de factores adversos a la gestión del gobierno nacional, varios acumulados de años atrás, otros generados por su propia voluntad y decisión, se habían convertido en una amalgama de sentimientos variopinto, que podía desencadenar una monstruosa supertormenta y colocar al gobierno contra las cuerdas.

Ante la zozobra, miedo y caos que generó la actividad de los marchistas, empañada por los actos de violencia, sumados los espontáneos cacerolazos, el gobierno acorralado por una gran inconformidad social, por un congreso sin mayorías para sacar adelante sus proyectos, reaccionó y llamó al dialogo.

No le quedaba otra, para calmar el creciente inconformismo que podía terminar con consecuencias impredecibles.

La pregunta es, porque tuvo que esperar para actuar en ese estado de minusvalía frente a los hechos, para hacer lo que debió haber hecho, desde hace tiempo. Acaso la corte de adulación impidió al presidente conectarse con la realidad, leer el creciente descontento y entender que el dialogo es una herramienta permanente en el arte de gobernar. Acaso el presidente Duque no ha entendido que el ejercicio del poder trasciende la esfera de la política y que pretender imponer una visión de nación, basada en el esquema gobierno – oposición no funciona en sociedades como la nuestra, tan diversas y heterogéneas y que la imposición de unas políticas económicas con desconocimiento de las minorías, así hayan sido derrotadas en las urnas, se traducen en actos de imposición que rechaza el pueblo.

En una sociedad como la colombiana, llena de desigualdades y excluyente, es necesario que las decisiones fundamentales, que afectan el conglomerado, sean producto del dialogo y la deliberación con participación de todos los sectores, pues imponer la voluntad de la mayoría, puede desencadenar consecuencias peligrosas como las presentadas en esta semana.

El país necesita acuerdos sobre lo fundamental como siempre lo reclamó Alvaro Gómez, y si esta semana tan convulsionada sirve para abrir el diálogo franco y constructivo, para superar la polarización, debemos aceptar que si valió la pena.