Finalizada la batalla, se entierran muertos, se curan heridos; victoriosos ríen, derrotados lloran. Menos en política. Ahora, todos ganaron con Rodrigo Lara. Qué pena decía un vecino…a Gorky…ni lo conozco, mientras escondía la manilla roja del popular candidato. Todo el mundo votó por Carlos Julio. Hoy, lleva como 500 mil votos. Así somos, desde siempre. Pedro el apóstol, mientras cantaba el gallo en el tejado y los fariseos interrogaban al maestro, negó por tres veces junto a la hoguera, ser uno de sus amigos. Aceptar la derrota con entereza, proyecta triunfos. Neiva ganó con Lara; no gana el Huila con Carlos Julio, sostenía un contradictor. Sencillo: juró haberse opuesto a El Quimbo y El Quimbo se hizo. Como senador, es decir, con poder nacional, exigió el proyecto, con toda la dirigencia regional. Ahora lo niega, como Pedro, oyendo cantar el gallo en el tejado electoral. Y El Quimbo está, salvando la crisis energética y la sequía. Opositor a la abolición de las regalías, éstas se abolieron. Es decir, que la fastuosa publicidad no + represas en el Huila, no es seria. Santos, con un simple decreto, tumbó el fallo del Tribunal Administrativo, que suspendió la generación energética. Con una foto al lado del gobernador y Vargas Lleras, autorizó el llenado de la presa, que Lucio inició sin vacilar. Promesas veintejulieras, imposibles, concluía. Sin embargo, sus críticos de ayer, por el reservorio, Tigsa, contratación alimentaria escolar, etc., piden perdón y olvido, mientras planchan la guayabera para asistir a la posesión. Ahora bien: si jura Carlos Julio, no pedir mordidas a ningún contratista, como lo puede hacer Lara, y lo hiciera Ciceri, habrá una esperanza de honestidad. Pienso, que el resultado de las votaciones es directamente proporcional al dinero invertido durante la campaña, generalmente descontado del presupuesto público. Vargas Lleras ganó en el Huila, en el país. Echó mano a los fondos de pensiones, prometiendo dobles calzadas, vías al mar, viviendas, etc., acolitado por alcaldes, gobernadores y contratos. Mermelada oficial de campaña presidencial y látigo para la oposición. Perdimos todos. El decreto aumentando las tarifas energéticas, estaba cocinado para servirlo el lunes poselectoral. Pierden la paz política los pobladores de Nátaga, Yaguará, Timaná y Saladoblanco, por falta de garantías e ineficiencia de la Registraduría. El escrutinio municipal, debe hacerse voto a voto, frente a la comunidad, para recobrar la tranquilidad. Se hizo en Baraya hace años para resolver una confrontación por dos votos. Calificado cada tarjetón a la vista ciudadana, sus objeciones las resuelve el escrutinio departamental. Felicitaciones ganadores, y arribistas de todos los colores.