La Nación
Ventas de bonsái, negocio prometedor 1 16 junio, 2024
ECONOMÍA

Ventas de bonsái, negocio prometedor

‘Mandrágora, Terrarios y Bonsáis’, es el nombre que le dieron Carlos Ramírez y su compañero a su propia tienda cuando decidieron crearla hace dos años. Un espacio ubicado en una zona muy transitada del oriente de Neiva en donde estos dos jóvenes emprendedores huilenses, dedican su tiempo a la venta y cuidado de plantas ornamentales y en especial del bonsái.

Bonsái es una palabra de origen japonés y es el milenario arte de cultivar árboles y plantas en macetas, normalmente arbustos, controlando su tamaño para que permanezca muy inferior al natural, mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc., y modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.

La idea de iniciar un negocio propio de estos particulares árboles surgió cuando Carlos Ramírez, de 19 años de edad le obsequió en una ocasión un bonsái a su compañero de 21 años, a quien siempre le ha fascinado el tema de las plantas. Maravillados ambos con este bonsái, continuaron averiguando sobre la procedencia, los cuidados, las especies. Así la idea tomó forma y lograron materializarla.

Desde entonces han pasado dos años y afortunadamente les ha ido muy bien con su microempresa que poco a poco ha ido creciendo. De estar en una casa funcionando pasaron a la tienda. Son más de 30 variadas especies, entre cactus, flores, bonsái y plantas ornamentales y de jardín con las que trabajan.

Ventas de bonsái, negocio prometedor 7 16 junio, 2024
El impedimento del crecimiento de estos árboles radica en varias técnicas.

Ventas diarias

En promedio la tienda vende hasta 20 plantas diarias. Cuando menos hace son 10 plantas, pero también hay días muy buenos en los que han llegado a negociar hasta 40 productos.

Los precios varían, aquí se puede encontrar plantas desde $2.000 hasta bonsáis de $800.000 y $1.000.000, que es una especie exótica, su edad es de aproximadamente 25 años y la maceta es exclusiva para bonsái, razones por las que se incrementa su precio.

Ahora, existen otros valores opcionales como las vitaminas, fertilizantes, cambio de maceta de la preferencia del cliente para su bonsái. “El sustrato del árbol bonsái debe hacerse cada dos o 3 años. Consiste en cambiarle el sustrato, cortarle las raíces de nuevo y volverlo a colocar en la misma maceta o en otra del mismo tamaño”, indica Carlos.

Normalmente adquieren sus productos clientes jóvenes, personas de entre 20 a 40 años, por mero gusto.

“La gente tiene ciertas creencias que le atribuyen a estas plantas, que atraen dinero y abundancia, que atrapa las malas energías, así que las compran, también por pasatiempo. Para muchos es parecido en su cuidado a tener una mascota, hay que aplicarle agua, sacarla al sol, cortarle sus ramitas”, comenta el joven empresario.

En este negocio se utiliza los prebonsái, traídos de puntos de distribución de localidades como Fusagasugá, Raquira, Chía, Espinal que son sus más frecuentes proveedores.

Al igual que estos dos jóvenes, en la capital del Huila y sus alrededores son varias las personas que han decido apostarle al negocio de las plantas, especialmente de bonsái y ha resultado ser una grata experiencia.

Ventas de bonsái, negocio prometedor 8 16 junio, 2024
“Los precios varían, aquí se puede encontrar plantas desde $2.000 hasta bonsáis de $800.000 y $1.000.000”.

Pasión al trabajo

Como toda microempresa, requiere de mucha dedicación y el cuidado de las plantas merece una muy especial. Proveerlas de agua y sol, dependiendo si son de exterior debe dársele riego constante, o de interior, que se riegan cada día de por medio o cada dos días.

Por el momento, Carlos tiene aplazado sus estudios profesionales en Sicológía por dedicarse a su negocio, una actividad que le llena su corazón.

“Las plantas son un mundo maravilloso, inexplicable, significan tranquilidad, armonía, dan un estado de paz genial. Trabajar es una de las cosas más ricas que se pueden hacer en la vida, se es independiente, lograr metas por sí mismo es algo que se aprende a valorar. Hay que aprovechar, capturar las oportunidades que se presentan y más adelante se verán los frutos”, menciona Carlos.