En la reunión participaron los mandatarios del Valle de Laboyos, además de los de Oporapa, Saladoblanco, Isnos, Elías, Timaná, Palestina, San Agustín y Acevedo y los presidentes de Juntas de Acción Comunal, concejales, líderes cívicos, y comunidad en general.
Aunque la lista de peticiones de los mandatarios fue larga, se dio prioridad a los proyectos de cobertura que se pueden articular y beneficiar grandes sectores poblacionales entre el Municipio, el Departamento y la Nación.
Solicitudes
Las principales peticiones se centraron en el arreglo de vías terciarias y las ayudas para los cafeteros que están siendo afectados por el fenómeno de ‘El Niño’. El alcalde de Isnos, Rigoberto Rosero Gómez, intervino y pidió ayuda para el sector panelero, que es junto al café el motor de desarrollo de la región.
El alcalde de San Agustín, Éver Bolaños, le recordó al Gobernador que uno de los principales problemas que tiene el municipio es la falta de agua, por eso pidió que los esfuerzos se encaminen a solucionar este problema.
En su intervención el mandatario recordó que el programa ‘El Camino es la Educación’ lo presentó en Pitalito. “La educación es el mejor de los instrumentos para cerrar las brechas sociales; es el mejor camino de la formación intelectual tecnológica, cognitiva y cultural de la sociedad, y es a través de ella que se producen las grandes transformaciones”, dijo.
Agregó que “si el Plan de Desarrollo es exitoso, la vida de nuestros hijos, su salud, educación, competitividad será exitosa; si el plan de desarrolloes exitoso,traerá el mejoramiento y nos impactara a todos, por eso es necesario que todos aportemos”.
En el sur del Huila, que es una de las regiones que está en la mira para la construcción de más represas, el Gobernador reiteró su compromiso con la comunidad en el sentido de no dejar construir más represas.
La importancia de los planes de desarrollo
Los nuevos planes de desarrollo como derroteros de la gestión del cuatrienio no solo construyen la planificación de la inversión pública, también deben insertar y regirse en esos principios, cumplir con la normatividad vigente, definir procesos y procedimientos, que deben contener un buen porcentaje de acción participativa.
En el país, cada nivel de gobierno tiene su propia responsabilidad de planear el desarrollo integral del cuatrienio. La idea desde el nivel central, y así lo espera la gente, es que sea un proceso multidimensional, sostenible, incluyente, articulado, coherente con los diferentes niveles institucionales. Que procure el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes.
El Gobierno, a través de Planeación Nacional, inició unos diálogos regionales, como el del pasado 28 de enero en Neiva, con la expectativa del apalancamiento de proyectos propuestos por los mandatarios elegidos, pero la conclusión que dejó es que no se vislumbra un buen panorama.
El DNP, con apoyo de la Escuela Superior de Administración Pública, orientará algunos municipios, y fijó directrices para encaminar el inicio de los nuevos gobiernos y entes territoriales con instrumentos técnicos de planificación.
Sin embargo, muchos componentes quedan por fuera, e innumerables vacíos en torno a muchos elementos que se deben tener en cuenta para consolidar una carta de navegación real, sustentable, sostenible y viable en cada localidad.
Hay innumerables herramientas para empezar a revisar el escenario futuro. Pero, señores mandatarios, es perentorio armar un buen esquema, cronograma y equipo para establecer ese horizonte, sobre todo en los Municipios, donde no hay ni recursos ni la suficiente capacidad técnica.
Consignaremos parte de la normatividad que ha determinado iniciando por Constitución Política del 91 y el Marco central, como es la Ley 152 de 1994, comprometiendo a que, esa carta de navegación sea el mejor instrumento político y técnico construido de manera participativa, democrática y pluralista.
María Amelia Monroy Ortegón
Rectora FET
Magíster Gestión Pública