La Nación
Voto obligatorio y electrónico ya 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Voto obligatorio y electrónico ya

 

Edelberto De la Ossa Chávez

 

En nuestro ordenamiento jurídico El Voto Tiene una tiple connotación constitucional; es un derecho (art. 40 y 258 C.N.) y un deber ciudadano (art.258 ibidem); además, es un mecanismo de participación democrática del pueblo (art. 103 ibidem); partiendo de estas consideraciones constitucionales, podíamos decir, sin lugar a equivocarnos, que el voto es la obligación del ciudadano para ejercer su derecho soberano de elegir a sus gobernantes y tomar las decisiones transcendentales, para lograr el bienestar, la transformación y el desarrollo de un país.

De acuerdo a lo anterior, el bienestar de una nación, depende del buen ejercicio democrático de sus ciudadanos, tamaña responsabilidad, que nos corresponde; ante esto, nos debemos preguntar: ¿Quiénes deberían votar?; ¿Cómo sería ese voto? ¿Cuáles serían los mecanismos para votar? y ¿Cómo podríamos obtener un voto eficaz? Es importante desarrollar estos interrogantes, para reflexionar, y así, buscar un camino verdadero y sólido para nuestra democracia, y así, labrarnos un mejor país para las generaciones venideras; el comportamiento del ciudadano en el ejercicio del derecho al sufragio en términos generales en promedio es del 47% de abstención en las últimas elecciones presidenciales, es decir, muchos ciudadano, no cumplen con el deber de votar, en otro escrito abordaremos este tema (La abstención), que es significante y muy importante para la salud de nuestra democracia, lo que nos llevaría a pensar en una verdadera reforma al sistema electoral colombiano.

En Colombia el derecho al sufragio lo ejercen las personas mayores de 18 años, en una forma libre, espontánea, directa y secreta; existen diferentes clases de voto, pero, para el estudio que nos ocupa, no es relevante, ya que lo que queremos saber es si los ciudadanos votamos bien y si este voto es útil, es decir, si de verdad beneficia a la comunidad. Y para los efectos de esta columna, es bueno tener en cuenta las siguientes observaciones: Colombia tiene una población, para el año 2020, aproximadamente de 50.374.424 personas, de las cuales son aptas para votar 36,602,752 de personas, según fuente de la Registraduría Nacional del Estado Civil.

En virtud de lo anterior, la madurez y la independencia de la persona, según un estudio realizado por el Instituto de Neurociencia Cognitiva de Londres, sugirieron: ”que el cerebro continua desarrollándose después de la infancia y la pubertad y que no está totalmente maduro hasta que no superemos los 30 años e incluso después de cumplir los 40 años”, lo que significaría que a los 18 años aún no somos personas maduras, en consecuencia, no estaríamos en condición de tomar decisiones trascendentales para el futuro del país; a eso se le agrega, que a la edad de 18 años somos personas dependiente, y aún más, en el ejercicio de la política y en la mayoría de los casos, quien decide por él joven es la persona de quien depende, determinado así, por quien va a sufragar, su decisión no sería libre, estaría influenciada por otra persona, lo que originaría, un vicio en su consentimiento, entonces, el ejercicio democrático no sería real, no sería válido y el resultado electoral obtenido de esa forma es mentiroso; lo mejor sería, según este análisis, que la ciudadanía se le otorgue a las personas con el suficiente discernimiento; Antanas Mockus se creyó presidente porque la juventud le ofreció su respaldo pero no se percató de que “No estamos en Dinamarca, estamos en Cundinamarca”.

Por otra parte, para evitar la abstención y la desidia de la gente por votar, el pensar que su voto no tiene validez porque ya decidieron por él, acabar con el clientelismo político y elegir buenos ciudadanos que cumplan con su obligaciones o deber de gobernar bien y por consiguiente, saque adelante a sus comunidades, es necesario, que el ciudadano cumpla con su deber de votar y participar en la conformación, ejercicio y control del poder político y del Estado; en concordancia, y como consecuencia de lo anterior, tendríamos que implementar el voto obligatorio y electrónico.

La ciudadanía debe dejar de ofender a su Majestad: El Voto, este debería ser “Un cariño verdadero, que ni se compra ni se vende”; por lo tanto, debe ser ejercido por un ciudadano maduro e independiente mayor de 21 años, de forma obligatoria en cumplimiento de un deber y en ejercicio de un derecho, y buscar un mecanismo que garantice la seguridad del mismo, así como el voto electrónico; debemos aceptar que el actual sistema no funcionó y como buenos ciudadanos, sino hay voluntad política en las autoridades competente, busquemos un mecanismo de participación ciudadana para lograr una verdadera democracia.

 

Hasta otra oportunidad.