La Nación
COLUMNISTAS

Y sigue el chantaje…

Harto que nos “mamó” el extinto sátrapa de Venezuela, Hugo Chávez, con sus insólitas intromisiones en los asuntos internos de Colombia, hasta recurrir en forma desafiante y temeraria a la amenaza con su potencial bélico, por el hecho de denunciar el Gobierno anterior ante el mundo la manera como el perjuro, por su contemporización con el terrorismo, no solo permitió el refugio de la guerrilla en ese país, sino que se le brinda toda clase de apoyo y protección, para que ahora el ilegitimo, dictatorial e inmaduro… régimen sucesor, continúe con el heredado proclive estilo chantajista.

Se ha dicho por los distintos medios de comunicación, desde el momento en que se conoció la alevosa reacción del descabellado… presidente de la Asamblea Nacional y del “Jaguado” Canciller, por haber aceptado el presidente Santos la visita informal que le hiciera el líder de la oposición y además gobernador de Miranda, Henrique Capriles, que lo que pretende el alucinado tiranito es hacerle la agenda al Ejecutivo colombiano, le señale a quien debe recibir, que puede tratar y como lo puede hacer. Que dirán de estos orates Iván Cepeda y sobre todo Piedad Córdoba, tan cercanos a la subversión y por ende al Chavismo que los prohíja, cuando han estado en el Palacio de Miraflores y en otros lugares despotricando contra nuestros gobiernos legítimamente constituidos. ¿Cuándo se ha sabido de una nota de protesta oficial por darles cabida allá a las baladronadas de tan cuestionados susodichos?

Vamos a ver cuáles son las reales intensiones de paz que tienen las FARC, ante el anuncio de los representantes de la viciada Administración veneca, de condicionar la continuación del apoyo a las negociaciones que se adelantan para tal efecto en La Habana. Prueba de fuego a la vez para Santos, para establecer el respeto que deben tener “los nuevos mejores amigos” del desaparecido coronel de Barinas, por lo demás presididos por una marioneta de Diosdado y que fuera “ungido” en forma tramposa, como fraudulentas fueron las siguientes a la primera elección de Chávez hasta convertirse en “Jefe Supremo”, para así controlar y convertir en títeres a las diferentes instituciones estatales.

Copia nuevamente el biche Nicolás la estrategia del fallecido Comandante -trata de parecerse a su imagen y semejanza, con la diferencia de que Chávez era original y su pupilo hace el ridículo-, para distraer a la opinión de los venezolanos y a nivel internacional, y de esta forma opacar los gravísimos problemas que afrontan sobre todo ahora con desestabilización ad portas, intento que no lo va a lograr por que la soga ya cuelga en su propia casa.
¡Santa Laura bendita!