27LA NACIÓN estuvo en la ´Despensa Agrícola del Huila’ recogiendo los últimos pasos de Mireya Hernández Guevara, la líder comunal que fue asesinada la noche del pasado miércoles en esa población. El crimen ha causado incertidumbre en los algecireños.
El inesperado asesinato de la líder comunal Mireya Hernández Guevara de 56 años de edad, en la noche del pasado miércoles, invadió de zozobra cada rincón en la zona urbana de la ‘Despensa Agrícola del Huila’.
Incertidumbre y tristeza rondan el ambiente en la comunidad del barrio 20 de Julio, de donde Mireya fue hasta hace tres años tesorera de la Junta de Acción Comunal (JAC), y líder de varios procesos comunitarios del sector.
Al caminar por las calles destapadas del humilde barrio, que viene en desarrollo hace cinco años, se percibe una aparente calma, pero lo cierto es que la desconfianza está presente en quienes habitan el lugar. Sus miradas esquivas interpelan por la presencia de personas ajenas.
Y no es para menos, el ataque armado que desencadenó en el asesinato de Mireya dejó un gran vacío en la población, pues la mujer era reconocida por su participación en procesos comunitarios, destacándose siempre por su capacidad de liderazgo en la búsqueda de mejores condiciones de vida para la población algecireña. Su protagonismo se inscribe en la fundación de la Unión Patriótica en el municipio de Algeciras hace 35 años.
La mujer de origen humilde, en 1990 fue beneficiaria de tierras en la parcelación de la hacienda Satias en Algeciras, donde el Incora le asignó una parcela; con esta pequeña propiedad nació el interés por estar al frente de las luchas sociales de un grueso de la población del municipio, por lo que su don de servicio y convicción la hicieron sobresalir en épocas donde la situación de orden público ya era aguda.
“Como integrante de la Junta de Acción Comunal del Barrio 20 de Julio fue una defensora de la comunidad, trabajó porque se legalizara el sector y beneficiara a muchas familias”, dijo un ciudadano que pidió reserva de su identidad.
El crimen
Según versiones de vecinos, el crimen sucedió pasadas las 9 de la noche, cuando la líder comunal retornaba a su lugar de residencia en compañía de su esposo, y sin mediar palabra hombres desconocidos dispararon contra la humanidad de la algecireña, y posteriormente emprendieron la fuga abordo de una motocicleta.
Malherida, con un tiro en la cabeza y otro en el cuello, la también ama de casa fue trasladada en ambulancia al hospital municipal, donde minutos después, a pesar de las atenciones prestadas por el personal médico, falleció, debido a la gravedad de las heridas ocasionadas por los impactos de arma de fuego. Por fortuna, Carlos Julio Rojas Vargas, compañero sentimental de la mujer de 56 años de edad, salió ileso del ataque.
De forma oficial, LA NACIÓN logró conocer, que a pocos metros del lugar del homicidio, se halló un cartel con un mensaje bastante diciente, el cual está en poder de las autoridades para la respectiva investigación. En el escrito, se le señala a la líder comunal de ser extorsionista.
Este lamentable hecho de sangre que tiene consternada a la población algecireña, es investigado por las autoridades, quienes hasta el momento aseguran que no hay indicio de los responsables ni móviles del asesinato. Por su parte, la familia de la víctima fatal argumenta que la mujer nunca había sido objeto de amenazas de muerte.
Sin amenazas
La líder algecireña dejó al momento de su asesinato tres hijos. Sandra, Deisy y Eduardo, de 39, 29 y 19 años de edad, respectivamente.
Deisy Losada -en situación de paraplejia- es la segunda hija de la líder comunal; en medio de su dolor le manifestó a LA NACIÓN, que si bien es cierto su progenitora desde hace unos años no hacía parte de la Junta de Acción Comunal del barrio donde habitaba, ella siempre estaba dispuesta a aportar en los procesos y dinámicas de la comunidad.
“Actualmente ella no estaba liderando algún proceso, pero fue una de las fundadoras de este barrio y luchó para que se legalizara, e hizo parte de la primera Junta de Acción Comunal, pero se retiró hace tres años para dedicar la mayor parte del tiempo a su casa, a nosotros y a siempre estar atenta a la comunidad por si algo se ofrecía”, narró.
La mujer, visiblemente afectada por el crimen de su madre, precisó además, que la líder no tenía amenazas. “Ella nunca había recibiendo amenazas porque siempre trabajó para la comunidad, tuvo muchos amigos que la querían y respetaban, por eso jamás nos imaginamos que le pasaría algo así, nosotros solo hemos puesto todas las cosas en las manos de Dios que es quien nos ha dado la fortaleza”, contó su hija.
Temor
Concejales algecireños no solo rechazaron los hechos de inseguridad que se han venido presentando en el municipio, sino que manifestaron su temor a que la situación se agudice.
“Consternados por la situación que se viene presentado en nuestro municipio, pues el homicidio de la señora Mireya no es el primero, en días anteriores varios hechos han afectado a jóvenes de la población, lo que altera la tranquilidad de nuestro terruño que ha venido recuperando la paz que tanto requiere el país. Hacemos un llamado a las autoridades competentes para que tomen cartas en el asunto e implementen estrategias de seguridad que favorezcan a los algecireños. Esta semana también balearon a un muchacho en un barrio del sector”, manifestó el concejal Mauricio Trujillo.
Al mismo tiempo, refirió incertidumbre por su seguridad, “Mireya fue una líder caracterizada en nuestro municipio y muy reconocida por la labor que venía ejerciendo, nos preocupa la situación, pues como servidores públicos estamos en riesgo, ya que ejercemos un cargo de elección popular” finalizó.
Entre tanto, el ex concejal Ignacio Moreno, quien continúa liderando en el municipio, manifestó que “lo que está sucediendo en Algeciras recientemente es muy preocupante, han resultado varias personas asesinadas; y que hayan matado a una líder da incertidumbre a varias personas lideramos. Yo hice un denuncio en la Fiscalía porque no estoy seguro en el municipio, tengo problemas y espero que la autoridad competente investigue”, señaló.
Acciones
En cabeza del alcalde de Algeciras, Libardo Pinto Liscano, en la mañana de ayer en el municipio se desarrolló un consejo de seguridad para implementar acciones que permitan devolverle la tranquilidad a la población.
“Por los hechos que se han venido presentando, como medida inmediata se hizo un patrullaje por parte del Ejército en acompañamiento con la Policía en todo el casco urbano, y se fortaleció el personal militar en las entradas y salidas del municipio. Estamos pendientes en estos días a la llegada de personal de la Sijin para realizar inteligencia y también habrá medidas de control al ciudadano en establecimientos comerciales. Finalmente, se está estudiando la posibilidad de ofrecer un tipo de recompensa, lo cual estamos analizando con todos los organismos de seguridad”, dijo Juan Romero Rivera, secretario de Gobierno de Algeciras.
Agregó que desde la administración “lamentamos el hecho más reciente que le cobró la vida a una mujer, porque altera la tranquilidad que viene gozando el municipio. No se conoce de los móviles, nos informó la Personería Municipal que no hay ninguna denuncia interpuesta por la señora Mireya de una posible amenaza contra su humanidad, pero tomaremos medidas para que estos casos no se sigan reportando.”
Semana negra en Colombia
Pese a la reunión el pasado miércoles de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, en medio de la cual se lanzó un nuevo cartel de los más buscados por crímenes de ex-Farc y se presentaron estrategias para acabar con los grupos criminales que estarían matando a los líderes sociales, el país amaneció ayer con los asesinatos de otros tres líderes.
Se trata de Gentil Hernández Jiménez, acribillado en la noche del pasado miércoles por sicarios en la vereda Caño Sábalo, de Puerto Guzmán, Putumayo.
La segunda víctima corresponde a Óscar Quintero Valencia, asesinado por sujetos desconocidos en la vereda Los Mangos, también en jurisdicción de Puerto Guzmán y casi que en simultánea con el otro crimen registrado en la localidad.
Las dos muertes violentas se suman a la de la lideresa Gloria Ocampo y la de su vecino sexagenario Heladio Moreno, baleados en la vereda La Estrella, igualmente en el municipio de Puerto Guzmán.
Asimismo, el líder social Arturo Tivar, en la vereda La Esperanza del mismo Puerto Guzmán, denunció amenazas contra su vida y puesto a salvo por parte de la fuerza pública, de acuerdo al comunicado del Batallón de Infantería 25 del Ejército: “Se realizó una misión humanitaria de acompañamiento y evacuación a un hombre identificado como Arturo Tovar y su núcleo familiar, en la vereda La Esperanza del municipio de Puerto Guzmán, quien manifestó que sujetos pretendieron atentar contra su vida en su domicilio, por lo cual se comunicó con la Unidad Táctica y solicitó compañía”.
El líder político local, Mauricio Sánchez, rechazó lo sucedido en Algeciras: “Absolutamente indignado por el asesinato de Mireya Hernández en Algeciras Huila. Volvió la horrible noche a mi pueblo. Algeciras merece atención inmediata”, expresó.
