La Nación
¿Y al alcalde, quien lo ronda? 1 30 abril, 2024
COLUMNISTAS

¿Y al alcalde, quien lo ronda?

Germán Palomo García

 La aplicación del nuevo código de policía que pretende modificar el comportamiento colectivo de los colombianos y mejorar la convivencia ciudadana que mucho debe cambiar sobre todo en tiempos de paz como se espera desde la firma de la paz con las FARC y el avance en las conversaciones con el ELN que ya acordaron cese bilateral de acciones violentas, tiene en “calzas prietas” a muchos establecimientos que dependen de la venta de licores que acostumbran a consumirse en la parte exterior de las tiendas como se ha apreciado por estos días a raíz de las eliminatorias al mundial de fútbol. Según FENALCO Seccional Huila, más de mil tiendas están en riesgo de cierre de sus negocios por la disminución importante de sus ventas. Pero también, el nuevo Código de Policía procura hacer respetar la tranquilidad de los hogares defendiéndolos de vecinos ruidosos que superan ampliamente los niveles de ruido sin importarles el espacio de su vecindario. Todo esto es entendible y, sobre todo, respetable; pero lo que no se esperaba era que el propio gobierno municipal fuera el causante de la intranquilidad que genera el uso del recién inaugurado Parque de la Música Jorge Villamil Cordovez. Los conciertos que se realizan en ese recinto ya desesperan a la zona aledaña. ¿Por qué? Porque ese escenario está siendo utilizado sin que se haya concluido y, precisamente una de las obras pendientes es la acústica del recinto que permitiría la realización de los eventos que hoy exasperan a los vecinos de la otrora concha acústica. El otro problema es que el parque de la música no tiene parqueaderos pues el análisis que hicieron identificó “suficiente oferta de parqueaderos en la zona” pero que los asistentes a los eventos o no lo saben o no ofrecen el servicio en las horas nocturnas. Llegar allí para los habitantes se ha vuelto una odisea y el parqueo no tiene en cuenta que los espacios son estrechos y el parqueo se hace en los dos costados. Pero hasta ahora no se ha visto a la policía suspender un evento en aplicación del nuevo código de policía cuando resulta muy fácil comprobar la violación de dicha norma. Lo grave es que la conclusión del nuevo escenario cultural requiere de recursos que no tiene la administración municipal y tampoco se considera prioritario pues ya se está utilizando sin que se haya concluido, lo cual resulta normal en iniciativas públicas.

Sería interesante que por iniciativa del propio Alcalde Lara Sánchez y de su secretario de Cultura Raúl Rivera C., entendieran que la ley también les es aplicable y tienen igual responsabilidad de hacerla cumplir y darle prioridad por lo menos a la acústica así lo demás no les resulta atractivo.