El arranque este año para el sector externo no fue el mejor, las exportaciones cayeron 1.2% en el primer trimestre, al tiempo que las importaciones subieron el 1%. Cabe destacar dos hechos que cobran particular relievancia: que la importación de manufacturas creció este mismo 1% y que las importaciones procedentes de EEUU crecieron el 26%, gracias al TLC.
Según un dato más reciente, suministrado por el director del Dane Jorge Bustamante, las importaciones colombianas crecieron el 16.5% en abril y “durante los cuatro primeros meses del año las compras externas del país crecieron 4.7% con relación al mismo período de 2012”. Es de resaltar que el 76.8% de tales importaciones corresponden a manufacturas, de tal suerte que la importación de insumos, maquinaria y equipo resulta ser residual.
Esta asimetría entre el crecimiento de las importaciones y el decrecimiento de las exportaciones se ha traducido en una fuerte baja en el superávit de la balanza comercial de Colombia.
El déficit en Cuenta corriente de la Balanza de pagos, según el Banco de la República, pasó de US $1.680 millones en el primer trimestre de 2012 (1.9% del PIB acumulado) a US $3.038 millones en el primer trimestre de este año (3.3% del PIB acumulado).
El déficit sería mayor de no ser porque los precios internacionales de los commodities a pesar de la baja de los mismos todavía están altos. Como lo acotara el ex ministro Ocampo, de no ser por estos precios, dicho déficit sería del 10% del PIB, lo cual sería una barbaridad. Y por ello plantea la “urgencia de buscar una mayor competitividad para nuestro frente exportador, donde el tema de la infraestructura es vital, y una mayor diversificación”. ¿Será mucho pedir?
La crisis del sector externo de la economía no es mayor porque la gran afluencia de capitales en los últimos años, tanto por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED) como inversiones de portafolio los créditos externos, ha compensado en gran medida el déficit en Cuenta corriente.
Durante el año 2012 la IED llegó a su clímax, con US $15.823 millones, con un incremento del 17% frente al 2011. Pero, ya en el primer trimestre de 2013 se contuvo la llegada de tales inversiones.
La Ocde, el club de los países ricos, a cuya membresía aspira el Gobierno Santos, así sea de arrimado, en su más reciente informe, advierte que “la relativa holgura de tiempos recientes se encuentra en riesgo si la bonanza de los bienes primarios desaparece” y no cabe duda que esta es cosa del pasado. De allí la conclusión del diario económico Portafolio: “si no hay excedentes en el comercio externo, la inversión extranjera que llega a Colombia disminuye y los capitales buscan otros destinos más atractivos, están dadas las condiciones para que la devaluación se haga presente con más fuerza que las semanas pasadas y tal escenario no depende tanto de la voluntad del Gobierno, sino de sumas y restas que dejan en evidencia que hay un nuevo ciclo en materia externa, del cual hay que tomar nota” . Más claro no canta un gallo!