La Nación
A propósito de mafias y una república 1 6 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

A propósito de mafias y una república

Hace poco El Archivo Nacional de Seguridad de Estados Unidos reveló documentos oficiales con el nombre de “La lista negra de Jimmy Carter en Colombia”. Pues esos documentos revelan los nexos de los narcotraficantes con políticos de Colombia en la década de los 70. En este enlace pueden leer y escuchar el tema con más amplitud: https://www.lasillavacia.com/en-vivo/lista-negra-de-ee-uu-en-colombia-revela-nexos-narco-con-politicos-en-los-70/.

Pero, bien. El punto es que esos nexos entre las mafias del narcotráfico y políticos no se dan sólo en esa década, vienen desde antes y, lo más trágico, es que se siguen dando hasta nuestros días. Nexos que se ampliaron a otros sectores de “la gente de bien” como empresarios, terratenientes, deportistas y hasta humoristas. Y es cierto, las capturas y condenas que se han dado desde los años 70, pongamos esa línea de partida,  hasta nuestros días son un montón. Entonces, el narcotráfico se volvió tan parte de la “cultura colombiana” que los que narcos y sus testaferros se camuflaron de muchas maneras: no sólo son los de sombrero y carriel; también andan de tenis y jeans; igualmente, visten de traje y corbata. Se volvieron “camaleones”, pero, como lo dice Rubén Blades, “aunque cambies de color yo siempre sé por dónde vienes”. Y a propósito de mafias, no hay que olvidar que surgieron otras mafias que se apoderaron del Estado.

Como lo reza el diccionario de nuestra lengua española, son “grupos organizados que tratan de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos”… Literal. Mafias que se chupan los dineros públicos en cada sector donde hay plata del Estado, como en el sector de la salud. Y en los últimos tiempos, el hombre que ha tenido las pelotas para enfrentar las mafias es Gustavo Petro. Duélale a quien le duela. Porque desde que fue congresista ha puesto hasta su vida en juego para enfrentar las mafias.

Y ahora que es presidente de esta “república bananera” en que convirtieron las mafias a este país, con mayor razón las sigue enfrentando y por esa misma razón: si Colombia quiere dejar de ser una “república bananera” tiene que sacudirse de las mafias que han arruinado este país pues lo empobrecieron, lo dejaron en el atraso y lo volvieron corrupto. Sí. Tres características de una “república bananera”: pobreza, atraso y corrupción. ¿Qué queda por hacer? Pues reformas como las que plantea el Gobierno para hacer de este país justo, progresista y con garantía de derechos. Y procesos de paz con los grupos que tengan en verdad voluntad de pactar, y que contribuyan a que este país sea digno y decente. Que sea simplemente una “república”.