La Nación
EDITORIAL

¿A qué le teme Fecode?

Increíble que Fecode y los sindicatos del magisterio, incluida la Asociación de Institutores Huilenses (Adih) se declaren en una equivocada “desobediencia civil” contra la jornada nacional por la Excelencia Educativa. Debía ser lo contrario, los docentes, directivos docentes y sindicalistas,  estudiantes y comunidad, unidos de frente exigiéndole al gobierno pasos definitivos para alcanzar la excelencia educativa y la calidad de la educación pública. Esa ha sido la brújula de las luchas estudiantiles y magisteriales. No al contrario.

El ‘Día E’ como se denomina la jornada, es apenas una estrategia para que los directivos, docentes y personal administrativo puedan reflexionar y analizar el desempeño educativo de su colegio y definan como ejercicio académico, un plan de acción para lograr su mejoramiento.

En este ‘Acuerdo por la Excelencia’, cada comunidad educativa se compromete con un conjunto de acciones concretas para mejorar en cuatro dimensiones: desempeño actual, progreso en los últimos años, eficiencia y ambiente escolar. Estas acciones repercutirán en la calidad de la educación de cada colegio y ayudarán a lograr mayores niveles de excelencia educativa en todos los estudiantes del territorio nacional.

La bandera no es oponerse caprichosamente a una jornada  académica, como lo promueve Fecode. Ni sacarle el cuerpo, sin argumentos legítimos, a un ejercicio para examinar con sentido crítico los resultados de las pruebas. De eso se trata. De encontrar las dificultades para conquistar ese sueño, no para negarlo. Es la posibilidad de promover el debate desde las aulas de clase, eje articulador de la educación. 

La bandera, como en otras épocas gloriosas de las luchas del magisterio colombiano, ha sido la calidad de la educación pública. Y por supuesto las garantías para el ejercicio y permanencia en el servicio docente. Y en este aspecto se han librado las más grandes y memorables jornadas.

Aunque la iniciativa no fue concertada con el magisterio, como lo argumenta Fecode, no pierde su encanto ni le resta importancia. Por el contrario, debería ser parte del ejercicio para examinar el entorno problemático del aula escolar, como primer paso para apuntarle a la calidad. El otro paso es la calidad docente, clave para el salto hacia la excelencia y esencial para mejorar el desempeño estudiantil.

De ahí los grandes desafíos: la formación previa al servicio docente, los mecanismos de selección e ingreso a la carrera docente; la retención y promoción de los maestros, formación a nivel universitario, de muy alta calidad, que enfatice la práctica y la investigación pedagógica. Y en este mismo orden, el mejoramiento continuo y las oportunidades de formación en servicio que responden a las necesidades específicas de cada docente.

Y por supuesto, buscar una remuneración competitiva de los educadores, al inicio y durante su carrera profesional, como otro paso definitivo para la excelencia. Esa ha sido, la lucha del magisterio, que ahora, insólitamente, pretenden opacarla cuando les hablan de calidad. ¿Quién le teme a la excelencia?

 
“Esa ha sido, la lucha del magisterio, que ahora, insólitamente, pretenden opacarla cuando les hablan de calidad. ¿Quién le teme a la excelencia?”

 
EDITORIALITO
Promovido por la Alcaldía de Neiva y la empresa operadora Transfederal se realizará hoy en la capital huilense un importante foro sobre movilidad urbana. Durante el evento se examinarán los retos del transporte público, los sistemas integrados de transporte y las herramientas para combatir la informalidad. Una excelente oportunidad para conocer el estado de este proyecto que transformará a Neiva.