Marco Fidel Rocha Rodríguez
Los ciudadanos estamos fatigados de que lejos de buscar soluciones a los graves problemas que nos aquejan se continúe viendo en el escenario los conflictos políticos que se han caracterizado por ignorar al pueblo que los eligió; a quienes les corresponde esta labor se encuentran trenzados en discusiones y ofensas que lejos de formar y orientar a la comunidad causan malestar y no permite ver con claridad nuestro futuro inmediato, ya que cada día salen más elementos que desorientan al ciudadano de la calle.
La población consiente de esta delicada situación y conocedores del poco o ningún interés por saldar las cuentas pendientes y priorizar la acción ordenada de nuestros tres poderes, exige hoy más que nunca respetar y actuar en beneficio de todos los ciudadanos.
Unos pocos no pueden tomarse la vocería de todos los colombianos y mucho menos ignorar sus necesidades.
Hacer un alto en esta contienda fratricida no es mucho pedir y entender de una vez por todas que están envenenando nuestras mentes con las mentiras y calumnias a las que nos están acostumbrando. Por favor, si creen y quieren a su patria… ¿no creen justo suspender estos conflictos personales y pensar que la población colombiana merece tranquilidad, bienestar y buen ejemplo?
Colombia no puede someterse por más tiempo a este doloroso escenario de los padres de la patria que continúan buscando para si sus beneficios personales y alejados de las necesidades de todos los ciudadanos, solamente con su buena voluntad, su carácter y su afán de servicio a la patria, se lograra salir de esta encrucijada.
No nos explicamos que las acciones del diario vivir no estén en la línea de la búsqueda de soluciones, le faltan al respeto al país quienes ignorando su obligación de servidores se han tomado el poder para lograr beneficios personales o grupales de espaldas a la realidad social de nuestra gran Colombia.
Nuestras necesidades en diferentes campos son conocidas por todos y por ello, la solución a estos quebrantos es algo que nos obliga a todos a actuar con honestidad. No podemos tolerar que las soluciones entren a la línea de espera para ceder las pretensiones de unos pocos en proyectos que no tienen prioridad nacional.