La Nación
Al toro por los cachos y nosotros con las vacas 1 29 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Al toro por los cachos y nosotros con las vacas

Si a Gustavo Petro le mortifica que los colombianos estemos unidos alrededor de un bien común como son las vías 4G de Antioquia, las cuales por su falta de voluntad están inconclusas, como dijo Francia Márquez: “De malas”.

Al parecer, al presidente de “unos colombianos”, porque así lo ha demostrado, que quiere gobernar solo para su grupo de amigos y secuaces, le hubiera gustado ver a los antioqueños arrodillados ante él, pidiendo perdón por no haberlo apoyado en las elecciones, como si el pluralismo político como derecho fundamental en vez de ser una fortaleza fuera una debilidad, es decir más que el cambio, estamos frente al gobierno de revanchismo y resentimiento.

Para tormento del presidente, si hay algo que caracteriza a esta nación, es que está llena de gente verraca que no come cuento ni espera que le regalen nada y, en cambio, ha demostrado que el ejemplo de lo que pasa en Antioquia, será replicado en otras regiones que tampoco acompañaron electoralmente a este gobierno y que ahora están apartadas del mapa y prioridades del petrismo.

En definitiva, Petro y su malestar por esta colecta pública, deja en evidencia que los dineros sucios se recogen en bolsas negras o a través de hijos negados y, los recursos para proteger y construir los bienes colectivos, se recogen por medio de “vacas” o colectas sin máscara.

A los colombianos les quedó claro el “cambio” que prometió Petro en campaña, el cual en ningún momento manifestó que fuera para bien. Si hay algo indiscutible en Colombia es que ya hubo un “cambio”, porque es tan bueno el desarrollo del país, pero en el sector guerrillero, que ahora son ellos quienes donan e inauguran la entrega de ambulancias, estaciones de gasolina y puestos de salud.

Pero cómo no van a estar bien los delincuentes, si la “bonanza marimbera”, como se conoce la época y boom del narcotráfico en Colombia de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, se quedó corta si se compara con la situación que se vive en todo el territorio nacional, ya que ahora, el que soluciona no es el Estado colombiano, sino, el Estado Mayor Central y los bandidos.

La realidad demuestra que hasta los guerrilleros tienen más poder y voluntad política que el mismo gobierno, el cual cambió ejecución por omisión y a los únicos que tiene “viviendo sabroso” es a los corruptos y delincuentes a quienes les entregó el país, porque todo lo demás, como el primer mandatario, quedó ‘petrificado’.

Presidente, ya es hora de tomar el “toro por los cachos” y a nosotros déjenos con las “vacas”.