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Me pusieron a escoger entre muletas o silla de ruedas: Alerta 3 2 mayo, 2024
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Me pusieron a escoger entre muletas o silla de ruedas: Alerta

Fotos: César Corredor - Suministradas.

A ‘Alerta’, el personaje del programa de televisión Sábados Felices, lo pusieron a escoger entre unas muletas y una silla de ruedas. Padeció de polio y los médicos pronosticaban que no volvería a caminar, pero Dios- dice él- lo curó. Detalles de su historia.

 

 
Juan Ricardo Lozano no solo ríe. También hace reír. Lo hace a través del humor, con su papel de ‘Alerta’ en ‘Sábados Felices’, que fue creando hasta convertirse en uno de los personajes más admirados de la televisión colombiana.

Nació el 23 de septiembre de 1965 en Bogotá. Y aprovechó su visita a Neiva para hablar con el periodista Diego Pascuas, en su programa Punto de Encuentro del Canal Nación TV.  

¿Qué significa para usted su familia?

Encuentra uno en estos dos seres la vida, lamentablemente mi padre hace tres años nos dejó, definitivamente dejó una huella bastante perdurable en las enseñanzas. Mi padre era un ‘Condorito’, se desempeñaba en todos los trabajos que fuera, desde conductor, albañil, secretario y muchos más, hacía todo lo que fuera, nos dio un gran ejemplo de vida.  Mi madre hoy en día en el hogar extrañando el viejo, cuidándonos a nosotros, de verdad que son dos seres que son enmarcados dentro de la naturaleza de amor que puede haber entre nosotros los seres humanos.

 

Seis hermanos, cinco hombres y una mujer, ¿cómo transcurrió esa etapa con sus hermanos?

Como todo, nosotros nos criamos en una familia muy humilde, muy sencilla, en la capital de Bogotá. Teníamos las diferencias de cómo desarrollar la vida, peleábamos mucho, pero también éramos muy hermanables en los momentos que era necesario. Crecí en un barrio súper delicado, gracias a las jueteras de mi madre y las cascadas del viejo, creo que salimos y nos portamos como debía ser.

 

Me pusieron a escoger entre muletas o silla de ruedas: Alerta 9 2 mayo, 2024
El humorista de Sábados Felices, ha representado personajes como alerta, El Cuentahuesos y Tononiel.

 

¿Qué siente cuando escucha a su mamá?

Sentimientos, pensamientos, esa voz es maravillosa, de amor, de mucha maternalidad, es un ser especial que Dios nos dio.

 

¿Qué más recuerda de su infancia?

Con las maderas hacía patinetas, hacía juguetes, de todo lo que se me ocurriera y mis hermanos me utilizaban los carros y patinetas, lo que me hacía enojar, entonces la piedra de chino y la cascada en el momento, pero yo creo que eso nos hacía más integrados, en la manera que cada cual compartía sus cosas.

 

¿Cómo fue ese momento de la muerte de su padre, Juan Clímaco Lozano?

Fue un momento bastante nostálgico, bastante difícil, uno tiene una carga ahí, porque yo estaba haciendo un evento, un show, me decían que estaba muy enfermo, no me pude salir del evento. Después terminó el evento, busqué un avión a salir, estaba en Medellín, pero ya había salido el último vuelo, luego algo pasó, devolvieron el avión, me pude ir, llegué a las 10:20 de la noche. Yo creo que aterricé y mi padre murió, porque yo me gasté 20 minutos del aeropuerto al hospital y me dijeron que hacía poco había muerto. Él estaba esperando que yo llegara, por lo menos que pisara tierras bogotanas, pero fueron momentos difíciles, llegar y verlo sin vida, sentir que estaba aún caliente, pero ya no estaba con nosotros. Momentos que no se olvidarán pero que marcarán la pauta de nosotros como seres humanos, que somos muy frágiles.

 

¿Qué pasó después de la muerte de su padre?

Tenía muchos sueños, muchas ilusiones, pero se me fue la mitad de la vida en este gran amigo. Unos días antes de irme para Medellín a realizar estos eventos, yo le decía ‘padre ya vuelvo’, él me decía: ‘siempre dicen así, que ya regresan, pero no vuelven’. Entonces quedó como algo de culpabilidad que él adivinó que uno se iba y no volvía. Cuando ya regresó obviamente ya no estaba, momentos complicados.

 

Me pusieron a escoger entre muletas o silla de ruedas: Alerta 10 2 mayo, 2024
Juan Ricardo Lozano, Alerta, caracterizado por ser uno de los mejores humoristas en el país.

 

Muchas veces hay gente que asegura que cuando las personas se van y ha sido tan importante el contacto en vida, existen vínculos inseparables, ¿usted ha tenido esa posibilidad y comunicación con su padre?

Claro, claro, permanentemente, incluso visitamos Algeciras, donde a él le gustaba ir, huele, se siente la piel de él en todos lados, incluso en el ambiente. Se recuerdan los lugares que uno recorría con él, por donde se caminaba, lo que él hacía, definitivamente fue un gran ser, un ser maravilloso. Yo creo que la muerte de una persona así tan especial deja un punto muy alto y aquí ya a uno no le debe preocupar nada, los problemas que se han presentado después, son muy pequeños para el punto que él ha dejado. Mi padre quedó aquí con su salida y los problemas son más pequeños de lo que uno los puede ver, creo que esa fue la enseñanza que dejó mi padre. De ahí para abajo no son problemas, son pequeñeces que se pueden superar. Uno a veces se amarga por pequeñeces, cuando el verdadero problema es que hay cosas más importantes, como la muerte de él.

 

¿Qué le recuerda la canción llamada ‘Gira el Amor’?

Es una canción muy sentimental porque a mí me dio polio de niño, entonces ese fue uno de los motivos por los que no fui al Mundial de Brasil, porque está dando polio, entonces que tal una recaída a esas alturas no sería bueno. Yo de niño internado en un hospital de Bogotá colocaban mucho esta canción, se escuchaba mucho, yo estaba bebé, de cuatro años, me habían hecho una cirugía en las piernas, se oía mucho esta canción, que me da una nostalgia profunda. Es algo entre una tristeza e impotencia como niño de salir a hacer lo que hacían otros niños, entonces eso me da duro.

 

¿Cómo fue ese reto siendo tan niño de afrontar esa enfermedad?

Estaba sufriendo esa enfermedad, entonces me sucumbí ante ese momento, mi madre salía y se iba dejándome en ese hospital, estaba en el post operatorio y todas estas vainas, uno de niño siempre recuerda cosas como esas, las canciones que se escuchaban. El momento más complicado fue cuando me dijeron que tenía que escoger entre las muletas y la silla de rueda para salir del hospital, uno de niño tener que definir eso me parecía terrible. Yo no sé, mi Dios me hizo un favor, no me dejó ninguna de las dos, pude caminar, Dios me iluminó y me consiguió una persona bendecida que me ayudó. Por eso tengo una deuda con la sociedad de ayudar a los niños que sufren procesos como ese, de todas maneras uno ve el sufrimiento permanente de las madres, uno hoy en día como abogado le toca que entutelar, para que la salud cumpla con la misión de tener a sus hijos e hijas bien.

 

¿Qué papel jugó su mamá cuando estaba enfermo?

Yo recuerdo que mi mamá sufrió mucho llevándome, dejándolo a uno en el hospital, una despedida de esas. Yo creo que Dios nos fortaleció y nos dio la oportunidad de salir adelante, yo creo que ese ser maravilloso que lucha, uno a veces no tiene cómo compensar ese esfuerzo tan grande que hace.

 

¿Cuáles serían esas palabras de gratitud con su madre?

 
De hecho uno siempre trata de ser complaciente con ella y que siempre esté bien, no habría palabras para poder opacar todo lo que ella hizo por uno. Pero le podría decir gracias madre por ese esfuerzo tan grande que hizo, por todo ese amor y cariño conmigo y con la familia, porque mi mamá ha sido muy respetuosa en sus obligaciones.

 

¿Cómo empieza ese trabajo con el entretenimiento y el humor en su vida?

Yo pienso que todas estas cosas tienen que ver con quién se rodea uno, yo lo hice de unas personas que les interesa mucho la literatura, la música, lo cultural, incluso el amor, era una familia donde encontré todo, de apellido Olaya Santos, ellos me dieron esas cosas tan maravillosas, eran filosofías sanas, gracias a ellos me fui encontrando, empecé a hacer teatro y descubrí mi talento para la comedia. Yo hacía una caricatura de mi personaje, en contra de mis compañeros, lograba sacar un personaje con humor. Entonces empecé a sentir que lo mío era la comedia, el humor, sentía que la gente se reía con mi cuerpo, con lo que yo hacía.