La Nación
COLUMNISTAS

Alta traición

La ambición, es la pasión oculta que determina a los grandes traidores. De la Calle, ya no es el hombre que negocia la paz en La Habana. Los hechos lo han sustituido en sus funciones. El residente del Palacio de Nariño, decidió tomar el atajo para adelantarse. El misterioso acuerdo sobre la justicia de transición, no es sino el juego para engolosinar la opinión nacional. La enceguecida política santista con su poder de doblegar la voluntad de la clase política, está mostrando su designio: Entregar las instituciones por la vía de tramitar leyes que hacen inútil el mismo congreso; crear tribunales especiales, extraer facultades dictatoriales de los débiles legisladores, transformar las fuerzas militares para doblegarlas. Toda una obra espectral para liquidar la democracia en el país. ¿Para qué pactos de paz, si de hecho todo lo está concediendo de antemano a la violencia armada que practica y seguirá practicando todas las formas de lucha? De la Calle ha sido tomado por el cuello por los farianos. El país, está arrodillado ante el terror. Un tribunal especial designado por ejecutivo y terrorismo, arrasará con la independencia de la justicia. El presidente, asumirá las funciones del legislador ¡Qué parecido con lo que ocurre en Venezuela! Es evidente que de la reunión Maduro-Santos, apareció milagrosamente ‘Timochenco’ en la parodia de La Habana, con la proclama de reeducar la fuerza pública. Es iluso pensar que la mayoría del Congreso, imbuida solo de codicia y mermelada, ponga en duda sus prebendas, asumiendo una actitud patriótica. Ante esto, es el momento de tomar conciencia de que una paz a toda costa, solo garantizará más violencia. El país no aceptará una paz armada: una política financiada por el lavado de activos y más atropello contra el empresario del campo, incluyendo el pequeño o mediano; las zonas sustraídas a la soberanía nacional, la concentración del terrorismo legitimado en sectores urbanos que nunca conquistaron pero sí aterrorizaron. Para el Huila, cuando llega el momento de las decisiones electorales que se avecinan, es importante que las gentes que realmente quieren una paz sin caer en la trampa de fortalecer los violentos, tengan en cuenta: Que deben votar bien, si quieren volver a votar. Emociona ver cómo en las poblaciones más cercanas al campesino como Palermo, Teruel, Algeciras, para solo mencionar tres ejemplos, las gentes entienden lo crucial del momento. Desde estas sencillas líneas, invitamos a votar por Rigoberto Ciceri para gobernador. Es mejor la sinceridad y honestidad, que el hastío de la falsa retórica de los eternos empresarios electorales.