La Nación
Arregla primero tu vida 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Arregla primero tu vida

Froilán Casas Ortiz

Es frecuente encontrar personas que viven arreglándole y programándole la vida a los demás y son ineptos para arreglar o programar su propia vida. Son personas que no tienen ninguna autoridad para criticar; sin embargo, se creen la divina perfección. Lástima que haya tantos ilusos que se tragan el cuento; definitivamente, se aplica aquí el aforismo latino: “Stultorum infinitus est numerus” = es infinito el número de estúpidos.

Ordinariamente, quien no conoce el pasado es agresivo con el presente y envía a la picota a todo aquél que se oponga a sus arengas sanguinarias. Hay personas expertas en solucionar los problemas de los otros y viven en un pozo de conflictos: afectivos, económicos, laborales, sociales, académicos, etc. Son personas resentidas que no se reconcilian con su propia historia y son un pozo de toxicidad, expelen veneno por todas partes. Para ellos, los culpables son los otros. Siempre se creen víctimas y no son capaces de dar un paso para construir su propia historia. Ven la brizna que hay en el ojo del hermano y no son conscientes de la viga que llevan en el suyo. Para esa clase de especímenes, los culpables son los otros. Para todo tienen excusas y no dan un paso para proyectar su propia historia.

Ese tipo de personas enrarecen cualquier ambiente. Huye de esa clase de sujetos, frenan tu propio proyecto de vida, torpedean tus planes e ideales. Dice el hermoso poema, Desiderata: “Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu”. Lee, por favor, este diálogo entre camaradas, -bajado de internet-. “Compañero correligionario, …si tuvieras dos casas, ¿donarías una a la revolución?”. Sí, responde el compañero militante. Y, si tuvieras dos autos de lujo, ¿donarías uno a la revolución? Sí, responde nuevamente el aguerrido copartidario.

Y, si tuvieras un millón en la cuenta bancaria, ¿donarías la mitad para la revolución? Lógicamente, lo donaría, responde el orgulloso compañero. Y, si tuvieras dos gallinas, ¿donarías una para la revolución? ¡Noooh! Respondió con cierta agresividad el camarada. Pero, …¿por qué donarías una casa si tuvieras dos, un auto de lujo si tuvieras dos, $500.000.oo si tuvieras un millón en la cuenta…y, no donarías una gallina si tuvieras dos? ¡Idiota! Porque las gallinas sí las tengo. Moraleja: siempre es fácil repartir la propiedad ajena. Cuántos en su vida universitaria pregonan igualdad y, en llegando a cargos de poder son los más crueles tiranos. Si analizamos la vida de los dictadores, su juventud estuvo marcada por sus permanente fracasos, producto de su incapacidad e irresponsabilidad; llegando al poder, dan rienda suelta a sus instintos pasionales marcados por el odio y la venganza.

Por favor, vean, como muestra el régimen del terror en la cruenta revolución francesa: ríos de sangre corrieron por toda la geografía francesa. Y, qué no decir, de las purgas y crueldad del tirano Stalin en la Santa Rusia. Para llegar a una Colombia marcada por la justicia, hay que desarmar los corazones.