Ya se presenta escases de alimentos, desabastecimiento de combustibles y pérdidas millonarias en la economía por culpa de un derrumbe que lleva más de cuatro días en la vía Suaza – Florencia.
Hasta el próximo jueves se estaría habilitando el tránsito definitivo en la vía Suaza – Florencia, que tiene al departamento del Caquetá incomunicado con el centro del país desde el pasado viernes. Se presentan restricciones y algunos pasos momentáneos para vehículos de pasajeros pequeños.
Gigantescas rocas mantienen taponada la vía en el kilómetro 43, lugar donde 15 funcionarios de Invías, cuatro máquinas y ocho volquetas tratan de remover el derrumbe, pero las inclemencias del tiempo y el continuo desprendimiento de rocas impiden que se pueda avanzar con prontitud.
Llevan cuatro días y no han podido abrir pasado definitivo.
Según Eduardo Moya Contreras, director de la Cámara de Comercio de Florencia, las pérdidas económicas por este taponamiento son incalculables, presentándose hasta la fecha desabastecimiento de algunos alimentos y combustibles como el gas domiciliario.
“Nos preocupa la cantidad de derrumbes en nuevos sitios que se ha presentado en esta temporada invernal, pero lo más crítico fue que el último derrumbe que lleva casi una semana, hemos tenido desabastecimiento de combustibles, como el gas domiciliario que se hace a través de vehículos”, dijo el funcionario.
Las autoridades coordinan las labores de remoción de escombros.
Esta problemática lleva muchos años, ha sido casi de toda la vida, por lo que se le ha pedido al Gobierno Nacional una solución definitiva que hasta la fecha no ha llegado.
“Para citar un ejemplo, llevamos tres años con un derrumbe similar en el kilómetro 53, se han hecho promesas de un falso túnel, de una variante y otras propuestas que no se han concretado”, aseguró el líder gremial.
Ni la maquinaria pesada ha podido remover las piedras del derrumbe.
El movimiento de pasajeros a la fecha se está haciendo en vehículos pequeños, busetas y colectivos, pero existe otra materia prima que no se puede cargar en vehículos pequeños como los combustibles y elementos de construcción.
Algunas personas tratan de pasar el derrumbe cargando sus motocicletas y pertenencias.