Del 25 de Julio al 4 de Agosto de 2013, se celebraron en Cali los IX Juegos Mundiales, con la participación de 120 países y alrededor de 4.000 deportistas, que engalanaron con sus competencias y espíritu deportivo, los 30 escenarios deportivos construidos y remodelados reglamentariamente, con todas las comodidades para deportistas y aficionados.
Los 36 deportes que se disputaron en la ciudad de Cali están divididos en 7 categorías: los de bola, entre los que se encuentra el squash y el rugby; los artísticos, donde están la gimnasia artística y la aeróbica; los de artes marciales, compuestos por el sumo, el karate y el jiujitsu; los de precisión, como el billar y los bolos; dos deportes de fuerza, la batalla de fuerza y el levantamiento de potencia; y los de vanguardia, uno de los cuales es la orientación. A pesar de contar con el patrocinio del Comité Olímpico Internacional, los Juegos Mundiales se caracterizan porque los deportes invitados no participan en los Juegos Olímpicos.
Quedar bien con la realización de estos Juegos Mundiales, no era solo mejorar la imagen de Cali o del Valle del Cauca, o de Colombia. La cuestión iba más allá. Era la imagen de Latinoamérica. Había que darle confianza a Brasil, que pronto realizará el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos. Vinieron dirigentes de Brasil para analizar y aprender de muchos aspectos, sobre todo en la seguridad. Igualmente los dirigentes de Polonia, que van a realizar los próximos Juegos Mundiales de 2017, se fueron sorprendidos por los escenarios, la logística, pero sobre todo por el civismo y la alegría de la gente caleña. Todos quieren volver, porque “Las caleñas son como las flores”; les quedo gustando el manjar blanco, la lulada, el pan de bono, el cholao y porque “El Valle es Valle y lo demás es loma”.
Desafortunadamente siempre nos hace falta los 5 centavos para el peso; un despiste amenazó con aguar la fiesta de los Juegos Mundiales: la leyenda sobre las medallas de oro, plata y bronce decía “Word Games” y no “World Games”, como es lo correcto. Se formó el escándalo. Coldeportes culpa al Comité Organizador. Éste culpa al proveedor. La Asociación Internacional de los Juegos Mundiales exige reemplazar todas las medallas. El Comité no reemplaza las medallas y las corrige añadiendo la “L” faltante con láser. Se solucionó éste desafortunado y bochornoso incidente, pero quedamos como un chulo con “l” pero sin “h” y mal parados, ante el Comité Olímpico y el mundo deportivo. El Comité Organizador alcanzo a entregar 619 medallas con el error. Definitivamente estamos en Locombia.