La Nación
COLUMNISTAS

Colegios electorales

El liberalismo para afrontar los retos del futuro dispuso reorganizarse con legitimidad recurriendo al mecanismo de los colegios electorales que en el presente mes se llevarán a cabo en cada una de las capitales de los 32 departamentos. En el Huila nos corresponde el sábado 21. Harán parte del  colegiado aquellos dirigentes que ostentan o han ostentado alta representación partidista, así mismo delegatarios representativos de las distintas tendencias de nuestra colectividad, también la academia, sindicatos, organizaciones de jóvenes y mujeres para interpretar la sociedad de hoy. Allí, en esa gran convocatoria se elegirán las directivas rojas, pero también definiremos pautas para renovar el compromiso con lo social,  la equidad, la libertad y  la paz.

Hay que aprovechar estos colegios electorales para la renovación, y que de allí salga el estímulo para que hombres y mujeres se animen a participar en los debates que se aproximan, sobre todo aquellos que no han tenido oportunidades y que hacen parte de un sinnúmero de ciudadanos con calidades de liderazgo rodeado de principios y valores, a quienes hace falta llevar a los cargos de elección popular uninominales o corporativos.

Debemos darnos una organización fuerte con dirigentes probos, libres de cualquier sospecha para contribuir en ese frente común para recuperar lo público y la confianza de los asociados en quienes lo representan. Propender por una contienda política con propuestas, con ideas avaladas por un liderazgo de conocimiento y  solvencia moral. Donde desaparezcan las artimañas jurídicas para dar una falsa apariencia habilitante. Que haya argumentación e ideas y menos mecánica electoral, caras nuevas y no más de lo mismo. Aquí no cabe el viejo adagio popular “más vale malo conocido que bueno por conocer”, muy famoso en la campaña a la gobernación del 2011. El liberalismo tiene que escuchar no tanto los cantos de sirena trillados, sino la inconformidad y la rebeldía que trinaba en el firmamento comarcano de los últimos años, como la oportunidad para quienes no la han tenido.

Desde la Dirección Nacional Liberal, de la cual honrosamente hago parte intentaremos acompasar los vientos de renovación y cambio con una estructura organizativa de base sólida que responda a los altos intereses patrios. Oímos los cambios, o nos cambian.