La Nación
Comerciante no había expresado amenazas 1 30 abril, 2024
JUDICIAL

Comerciante no había expresado amenazas

Comerciante no había expresado amenazas 7 30 abril, 2024
El comerciante antioqueño Rubén Darío Mejía Patiño no había expresado a su familia que tuviera amenazas en su contra. “Nos cogió por sorpresa”, dijo un familiar.
“Era un verraco paisa que a nada le decía no”, así describieron sus amigos cercanos al comerciante antioqueño, Rubén Darío Mejía Patiño, asesinado por sicarios en el centro de Neiva.

El crimen de ‘Niño’, como le decían sus allegados y amigos, ocurrió cuando se encontraba sentado frente a su almacén de ropa ‘El Hueco’, ubicado en la Calle Octava entre carreras Segunda y Tercera, el pasado miércoles a las 7:30 p.m.

“Nos tomó por sorpresa…”, dijo una de sus familiares, quien adelantaba las diligencias ante las autoridades judiciales para reclamar el cuerpo sin vida del hombre.

La allegada sostuvo que la familia desconoce intimidaciones de muerte que tuviera Mejía Patiño. “No nos había manifestado que tuviera problemas o amenazas”.

Sin embargo, el hombre se movilizaba en la ciudad en la camioneta Toyota Burbuja con vidrios polarizados y al parecer blindada. “Él decía que por seguridad”, expresó uno de sus trabajadores.

Rubén Darío, de 45 años de edad, desde hace más de 25 años vivía en la capital huilense, donde estableció negocios de venta de ropa, jugos y accesorios para equipos de telefonía móvil. “Vivía entre Neiva y Medellín, donde tenía negocios y familia”, recordó una de sus cuñadas.

Sus amigos cercanos manifestaron que el comerciante era una persona amigable y sencilla. “Era divertido, no le importaban los lujos”, indicó uno de sus amigos.

Mejía Patiño, se encontraba en proceso de separación con su actual esposa neivana y con quien tenía dos hijos. “Hoy (ayer) tenía una audiencia en la que al parecer se definiría la custodia de sus dos niñas”, manifestó un allegado.

Uno de los trabajadores del comerciante sostuvo que estaba enamorado de sus pequeñas hijas, de 4 y 8 años de edad. “Hablaba muy bien de ellas, eran lo más preciado para él”.

Rubén Darío vivía solo desde hace un año y medio en el conjunto residencial Brisas del Magdalena, en cercanías al sector de El Caracolí.

Sus despojos eran velados anoche por sus familiares, amigos y trabajadores en la Funeraria Los Olivos.